Londres - La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, recalcó ayer, al clausurar el congreso anual del Partido Nacionalista Escocés (SNP), que no promoverá un nuevo referéndum de independencia hasta conocer el desenlace del Brexit y anunció una batería de medidas sociales. Ante afiliados de la formación en un auditorio en Glasgow, la líder del SNP desgranó próximas inversiones en educación, vivienda y medio ambiente, entre otros ámbitos, al tiempo que aseguró que no renunciará a “defender la independencia” de Escocia.
Sturgeon se enfrentaba al primer congreso del partido tras las elecciones generales británicas de junio, a las que acudía con la promesa de convocar una nueva consulta de independencia, tras la que perdió en 2014, y en las que se dejó 21 de los 56 escaños que mantenía en la Cámara de los Comunes. “Siempre he dicho que Escocia debería tener el derecho a elegir su propio futuro cuando los términos del Brexit estén claros. Tenemos el mandato de darle a la gente esa posibilidad de elegir”, argumentó Sturgeon. “Sin embargo, ejercer (ese derecho) debe hacerse teniendo en cuenta los intereses de toda Escocia. La gente quiere primero claridad sobre el Brexit, y respetamos eso”, agregó.
Al abordar la futura salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), Sturgeon defendió la necesidad de garantizar cuanto antes los derechos de los ciudadanos comunitarios que viven en Escocia. “Los tories (el Partido Conservador) quieren que los europeos tengan que hacer una petición para tener el derecho a quedarse y que paguen por ese privilegio”, criticó Sturgeon, que avanzó que su Gobierno cubrirá esos gastos burocráticos para los comunitarios que trabajan en puestos públicos en Escocia.
Entre las medidas sociales que puso ayer sobre la mesa, los afiliados al SNP aplaudieron especialmente la propuesta de crear una compañía energética de titularidad pública, una idea similar a la que ya había incluido en su último programa electoral el Partido Laborista. Ese paso, “daría a la gente, particularmente a aquellos con rentas bajas, mayor elección y la opción de escoger a una compañía cuya única labor sería asegurar el menor precio posible para los consumidores”, describió Sturgeon.
“Queremos ser un país independiente y justo”, dijo la ministra principal, que prometió asimismo la construcción de 50.000 nuevas viviendas sociales durante los próximos cuatro años, un proyecto respaldado por una “inversión récord” de 3.000 millones de libras (3.360 millones de euros). - G.Ximenis