Caracas - El presidente venezolano, Nicolás Maduro, advirtió ayer de que se tomarán medidas contra el Parlamento, la Fiscalía, los líderes de la oposición y los medios privados en su primera intervención tras la elección este domingo de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que él ha impulsado. En un acto televisado con simpatizantes chavistas, Maduro aseguró que la ANC, que tomará el poder en Venezuela en las próximas horas, “levantará la inmunidad parlamentaria a quien haya que levantarla”, actuará contra la “burguesía parasitaria” para solucionar la crisis económica y se hará con el mando de la Fiscalía “para que haya justicia”.

Maduro criticó asimismo la cobertura dada el domingo a la votación por los canales de televisión privados venezolanos, a los que acusó de “censurar las elecciones” y pidió una investigación al canal Televen por hacer “apología del delito”. “Estamos en combate comunicacional otra vez contra las mentiras de las televisoras, ¡alerta!”, añadió.

“Llegó la Constituyente a poner orden”, dijo el mandatario socialista sobre el proceso, rechazado por la oposición al considerar que llevará a la consolidación de una dictadura en Venezuela, y proclamó: “Algunos terminarán en una celda, bajo el mando de la justicia necesaria”. “Se acabó el sabotaje de la Asamblea Nacional”, dijo también Maduro, en alusión al Parlamento, de mayoría opositora, que ha sido declarado en desacato por un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) acusado de servir de brazo judicial del Gobierno.

El presidente recriminó al Ministerio Público -cuya titular, Luisa Ortega Díaz, ha acusado a Maduro de atropellar la Constitución y convertir el país en un “Estado policial”- de no haber actuado ante la violencia de la que viene acusando a la oposición en los casi cuatro meses de protestas contra su Gobierno. El mandatario chavista prometió intervenir y reestructurar esta institución, un anuncio que fue recibido con fervor por quienes habían acudido a celebrar la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente a la plaza Bolívar del centro de Caracas. “Fiscal, traidora, ya te llegó la hora”, coreó la multitud chavista.

Maduro tuvo tiempo también para hablar del “carnet de la patria”, el sistema de identificación que el Gobierno utiliza para la distribución de ayudas sociales, en el que se han inscrito hasta ahora unos 15 millones de venezolanos y que el oficialismo ha utilizado en las elecciones para controlar quién acudía a votar. El “carnet de la patria”, dijo el jefe del Estado, se institucionalizará como eje de las políticas sociales del Gobierno, y servirá también para perseguir fraudes en el uso de los beneficios públicos.

Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), más de 8 millones de los cerca de 19,5 millones de venezolanos con derecho a voto participó en la elección del domingo, que estuvo marcada por las fuertes protestas y los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden y se saldó con al menos 10 muertos.

LA “DERROTA” DEL gOBIERNO La oposición, sin embargo, asegura que solo acudió a votar un 12% del censo (poco más de dos millones de personas). De ahí que el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, celebrase ayer lo que considera la “derrota” del Gobierno de Nicolás Maduro en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente, cuyos resultados, dice la Cámara, fueron “inventados”. “La realidad política es que ayer el pueblo venezolano derrotó de manera contundente al Gobierno”, dijo el presidente del Parlamento, Julio Borges, que indicó que esta derrota debe dar “más fuerza” y “más determinación” a los venezolanos para seguir adelante en la “lucha”.

Borges ofreció estas declaraciones a periodistas desde la sede del palacio legislativo, al que llegaron muy temprano los diputados para “resguardarlo” ante la posibilidad de que sea tomado por el oficialismo para montar la asamblea constituyente, electa ayer con el único apoyo del chavismo. Y precisamente tras la llegada de los parlamentarios opositores un grupo de “colectivos” -grupos afectos al Gobierno, a veces armados- rodeó el palacio e impidió la entrada de fotógrafos y de otros periodistas que no habían podido pasar antes.

Borges dijo que “este paso al final” del oficialismo, el haber avanzado con la Constituyente para cambiar la Carta Magna pese al rechazo de la oposición, el chavismo crítico y la Iglesia católica; significa que “es un gobierno tan desesperado, tan débil” que tiene que “inventar 8 millones de votos que no existen”. “Es un gobierno que está tan perdido que tiene que inventar, imponer un proceso por la fuerza porque el pueblo no lo apoya, un gobierno que está tan absolutamente fracturado que tiene que ver cómo logra en una asamblea pegar los pedazos rotos de su propio equipo político”, dijo.

El diputado Henry Ramos Allup dijo, por su parte: “Ojalá que la falta de cordura no llegue hasta allá y que no pretendan disolver un poder electo legítimamente” como es la Asamblea Nacional. Sin embargo, minutos después de que el Poder Electoral anunciara los resultados de estos comicios en los que se asegura que esta Constituyente recibió el apoyo de más de 8 millones de votantes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que el Parlamento debía revisarse, y levantarse la inmunidad de algunos parlamentarios. “Nosotros vamos a seguir cumpliendo con nuestros deberes aquí y en cualquier lugar”, aseguró Ramos Allup.

Asimismo, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, informó ayer de que 121 personas han perdido la vida y otras 1.958 han resultado heridas desde que el 1 de abril se inició una oleada de protestas contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. “En los últimos cuatro meses tenemos un saldo lamentable, 121 personas fallecidas, 121 venezolanos que han perdido la vida. 1.958 lesionados, de todos los tipos: graves, gravísimos”, detalló la titular del Ministerio Público. - Efe

Ocho millones de votantes. Un total de 8.089.320 venezolanos participaron en los comicios el domingo, según el árbitro electoral, con lo que el oficialismo asegura que logró revertir su caída en las urnas desde 2013, aunque este logro, para la oposición, no es más que un “fraude” que se instala en medio de una severa crisis.

El chavismo mejora su posición respecto a 2015. El resultado oficial, por su parte, muestra un crecimiento del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que en la última batalla electoral, las legislativas de 2015, obtuvo 5.622.844 votos, con lo que perdió su histórica mayoría en la Asamblea Nacional (Parlamento).

El menor respaldo electoral desde 2005. Con el oficialismo como único candidato, la apuesta de los opositores fue la abstención, lo que se observó en la falta de participación de 58,47% del padrón electoral, convirtiéndose en la votación nacional con menor respaldo desde 2005, cuando el antichavismo se negó a votar.

Maduro mejora los últimos resultados de Chávez. Este viraje pone a Maduro a unos 100.000 votos por encima de los obtenidos por el fallecido presidente Hugo Chávez en su última elección en 2012.