Jerusalén - Los palestinos volvieron a rezar ayer fuera de la Explanada de las Mezquitas pese a que Israel retiró de madrugada los detectores de metal y las cámaras de los accesos que provocaron un aumento de la tensión y la violencia.

El Gabinete de Seguridad israelí, reunido anteanoche, decidió de madrugada aceptar las recomendaciones de los cuerpos de seguridad y sustituir los detectores por otras medidas tecnológicas, como cámaras inteligentes, informó la Policía israelí en un comunicado. Efe pudo comprobar en la mañana de ayer que los arcos electrónicos y las cámaras instaladas recientemente habían sido retiradas, pero permanecían los corredores vallados que los palestinos también se niegan a atravesar.

“En respuesta a estas acciones, decidimos rezar en las calles y continuaremos hasta que las autoridades israelíes den un paso atrás y cancelen todas las medidas impuestas a los palestinos por la fuerza”, declaró Raed Daana, miembro del Waqf, autoridad jordana de patrimonio islámico que gestiona la Explanada.

Desde que el pasado día 14 tres árabes israelíes, que salieron armados del lugar sagrado, mataran a dos policías israelíes drusos antes de morir por disparos de las Fuerzas de Seguridad, Israel clausuró 48 horas la explanada y, tras su reapertura, endureció las medidas de seguridad en los accesos.

Los palestinos ven en estas acciones una toma de control del lugar de culto musulmán, que se halla en la Ciudad Vieja, en el este de Jerusalén, que Israel ocupa desde 1967 y se anexionó en 1980 ante la condena de la comunidad internacional, que sigue sin reconocer su soberanía.

La violencia aumentó el viernes y el sábado, cuando murieron cuatro palestinos en disturbios con las fuerzas de seguridad en Jerusalén Este y Cisjordania, y tres israelíes de una familia fueron asesinados a puñaladas por un palestino en su casa.

La ONU celebró ayer la retirada de los detectores y expresó su confianza en que dicha medida calme la crisis de los últimos días. Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, hizo ayer un llamamiento a todos los musulmanes del mundo a visitar la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, que debe ser “protegida”, declaraciones que Israel calificó de “raras, absurdas y retorcidas”.