Jerusalén - Israel decretó ayer, viernes de rezo musulmán, el cierre de la Explanada de las Mezquitas tras el ataque en el que murieron los tres asaltantes y dos policías en un incidente inusual dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén. El presidente palestino, Mahmud Abbas, llamó por teléfono al primer ministro, Benjamín Netanyahu, para expresar su “completa condena al ataque” y advertirle de las consecuencias de cerrar el lugar el día en que miles de fieles se acercan al recinto sagrado para rezar.
Netanyahu declaró que “tomaría todas las acciones necesarias para mantener la seguridad en el Monte del Templo (denominación judía de la explanada) sin cambios en el statu quo”, por el cual está bajo custodia de Jordania y los judíos pueden acceder pero no orar en el recinto.
tercer lugar más sagrado La amplia explanada alberga la Mezquita de Al Aqsa y el santuario de la Cúpula de la Roca es considerada el tercer lugar más sagrado en el islam.
Para el judaísmo es el Monte del Templo, a cuyos pies se encuentra el Muro de las Lamentaciones, en un recinto separado, donde los viernes miles de creyentes se acercan también a rezar con el inicio del shabat (sábado de descanso) al llegar el atardecer.
Los fieles musulmanes oraron por la mañana en la calle, en las inmediaciones de la ciudad amurallada, ante la imposibilidad de acceder a ella porque los accesos quedaron bloqueados por las fuerzas de seguridad israelíes tras el incidente.
El sheij Omar Kiswani, director de Al Aqsa, dijo que era la primera vez que se decreta una prohibición de este tipo en viernes de rezo.
Los principales partidos palestinos convocaron manifestaciones para oponerse a la medida y Al Fatah llamó a los fieles a acercarse hasta la Explanada de las Mezquitas como protesta. La última vez que Israel canceló temporalmente la entrada al culto musulmán fue en 2014 en respuesta al intento de asesinato de Yehuda Glick, uno de los promotores del cambio del statu quo en la explanada que tanto temen los musulmanes, lo que provocó semanas de tensión.
dispararon contra los agentes A las 7.00 de la mañana hora local (4.00 GMT), tres árabes israelíes abrieron fuego contra los agentes de la Policía de Frontera de Israel junto a la Puerta de los Leones, dentro de la Ciudad Vieja, en el territorio ocupado de Jerusalén. Tras los primeros disparos, escaparon al recinto de la Explanada de las Mezquitas, donde se prolongó un tiroteo.
Los tres atacantes, uno de 29 años y otros dos de 19, son originarios de Um al Fahm, una villa árabe de Haifa en el norte de Israel, y murieron por disparos de la Policía que impidió difundir sus identidades e informar sobre la investigación.
Dos agentes, Hael Sathawi, de 30 años y residente de Maghar, y Kamil Shanan, de 22 y originario de Hurfeish, quedaron heridos de gravedad y horas después fallecieron en el hospital de Hadassah. Un tercero de 39 años, herido leve, estaba siendo tratado en el centro médico Shaare Zedek de Jerusalén. Sathawi fue enterrado ayer a las 16.00 hora local (13.00 GMT) y Shanan a las 17.30 (14.30), en dos eventos públicos a petición de los familiares, según un comunicado policial.
La Policía calificó este incidente de “inusual y extremo” y declaró que se habían traspasado las “líneas rojas”. “El Estado de Israel defenderá su soberanía y a sus ciudadanos con mano dura y no permitirá a nadie provocar una guerra sangrienta en la región”, manifestó el presidente de Israel, Reuvén Rivlin.
Estos sucesos se enmarcan en una ola de violencia que se inició en octubre de 2015, en la que han muerto 265 palestinos -más de dos tercios de ellos al perpetrar ataques o supuestos ataques- y 44 israelíes y otras cuatro personas de varias nacionalidades. Sin embargo, los ataques dentro de la Ciudad Vieja no son habituales y mucho menos en el recinto sagrado, y además los atacantes árabes con nacionalidad israelí son la minoría. - Efe