GAZA - Haniyah, de 54 años, es uno de los líderes más influyentes de Hamás por lo que su nombramiento como líder del brazo político del grupo no supone ninguna sorpresa. Sin embargo, destaca por representar lo que podría entenderse como la facción más pragmática del movimiento, más abierto a una posible reconciliación con el Gobierno palestino reconocido de su formación rival, Al Fatá y, por extensión, a una posible paz con Israel.

Haniyah nació en 1962 en el campo de refugiados de Shati, en el oeste de Ciudad de Gaza. Tras ser detenido varias veces por el Ejército israelí, en 1992 fue deportado al sur de Líbano junto a otros líderes de Hamás y unos 400 activistas.

Debido a su perfil político y pertenencia al Movimiento de Resistencia Islámica, Haniyah sufrió un ataque aéreo en 2003 junto al fundador y líder espiritual de la organización, Ahmed Yassin, cuando ambos estaban precisamente en la principal ciudad del enclave palestino, en un intento de las fuerzas de seguridad israelíes de eliminar a los líderes del grupo.

Haniyah era una figura relativamente desconocida hasta que encabezó las listas por Hamás que ganaron las elecciones legislativas palestinas en enero de 2006, momento en que empezaría a destacar por exhibir ciertas dosis de moderación, al tratarse de uno de los políticos más abiertos al diálogo con Israel dentro de la organización islamista.

esperanza de futuro Tras las elecciones, sirvió como primer ministro palestino y aunque fue despedido en 2007 por el presidente palestino y líder de Al Fatá, Mahmud Abbas siguió gobernando la Franja de Gaza tras la toma de poder efectuada por el movimiento islamista ese mismo año, que se mantiene hasta hoy, y a la que Israel respondió con un bloqueo por tierra y mar.

Algunos analistas políticos no han tardado en pronunciarse tras el relevo y le consideran “más flexible en diferentes aspectos, tal vez la más importante es la reconciliación”, en palabras de Hani Habib, que aun así no ve un desenlace cercano a las divisiones entre Hamás y Al Fatá. - Efe