parís - El candidato conservador a la Presidencia de Francia, François Fillon, se convirtió ayer en la primera víctima política del desastre que se llevó por delante a los dos grandes partidos del país en la primera vuelta de las presidenciales, al anunciar que no se presentará a las legislativas de junio próximo.
El ex primer ministro, que se había hecho con las riendas del partido Los Republicanos al imponerse en las primarias de noviembre pasado, asumió en primera persona el resultado electoral que le dejó a cerca de 500.000 votos de alcanzar la segunda vuelta. Por eso, admitió ante el Comité Político de la formación que no se siente “legítimo” ni para dirigir la campaña ni para tratar de defender su escaño de diputado por París y opta por dar un paso atrás para restañar las heridas abiertas.
En particular, las que le ha causado el “bombardeo intensivo” al que, dijo, fue sometido después de que la prensa revelara que durante años otorgó a su mujer un empleo, presuntamente ficticio, de asistenta parlamentaria con dinero público. Como militante de base, Fillon tendrá que afrontar las decisiones de la Justicia que le imputó por malversación de caudales públicos.
En el mismo comité en el que el candidato derrotado se echó a un lado, el secretario general de Los Republicanos, Bernard Accoyer, emitió un comunicado en el que asegura que “la abstención no es una elección” para frenar al ultraderechista Frente Nacional liderado por la candidata Marine Le Pen. La nota, sin embargo, evita pedir explícitamente el voto en favor el socioliberal Emmanuel Macron, como sí que hizo la pasada noche Fillon, y recuerda que hoy se inicia la campaña para las elecciones legislativas de junio. El voto contra de Le Pen propugnado por Fillon ha mostrado la división entre Los Republicanos.
el asalto de las legislativas y macron Dentro del partido han aparecido voces que se niegan a apoyar a Macron, al que inmediatamente después de la segunda vuelta tendrán que combatir en las legislativas. El partido sabe que tiene una oportunidad de contrarrestar desde el Parlamento el poder del presidente. Sus candidatos a las legislativas parten como favoritos en muchas circunscripciones mientras que los del futuro jefe del Estado, sea el que sea, son una incógnita.
Macron, el favorito de todos los sondeos, se apoyará en caras nuevas, poco conocidas, para tratar de conseguir una mayoría que desde el Legislativo permita aplicar su programa. Le Pen cuenta en la actualidad con tan solo dos diputados, víctima de un sistema mayoritario que se estrella en la mayor parte de las circunscripciones contra las alianzas entre partidos para bloquearle el paso. En esa perspectiva, los conservadores saben que representan la principal fuerza de oposición a las políticas del impopular presidente, François Hollande, lo que les da una opción de victoria. Para ello, insistió Fillon en su discurso de despedida, deben permanecer unidos y mantener su línea de derecha dura.
Una postura que no genera unanimidad. El también ex primer ministro Alain Juppé, que perdió frente a Fillon en las primarias, atribuyó la derrota de éste en las presidenciales a la personalidad del candidato, pero también a su programa político. Juppé pidió reconducirlo hacia una derecha más liberal, humanista y europeísta.
En el Partido Socialista (PS), el otro gran derrotado de la primera vuelta, las peleas internas quedaron ocultas tras el unánime apoyo de sus instancias directivas a Macron frente a Le Pen. Ausente de la pugna por el Elíseo por segunda vez en 15 años y despojado por la irrupción de Jean-Luc Mélenchon de la etiqueta de primera fuerza de la izquierda, el PS trató de ocultar su desgarro.
Su primer secretario, Jean-Christophe Cambadélis, aseguró que de forma unánime habían acordado respaldar a Macron y que cuando acaben las presidenciales definirán su línea para las legislativas. Pero el ex primer ministro Manuel Valls, derrotado en las primarias del partido, se apresuró a pedir que se cierre el paréntesis de Benoît Hamon, que ha cosechado el peor resultado de la historia socialista, algo menos del 7 % de los sufragios.
la unidad contra el fn Entretanto, una de las dudas de cara a la segunda vuelta es la posición que adoptará la formación de Jean-Luc Mélenchon, después de que el candidato de la izquierda no diera ninguna consigna de voto a sus 7 millones de votantes en la noche electoral. “Cada uno sabe cuál es su deber”, dijo, en el marco de un discurso en el que llamó a consultar a las 450.000 personas que conforman su movimiento izquierdista. Su ambigüedad le ha costado las críticas del resto de partidos. Según informó la cadena gala LCI, esta consulta, que Francia Insumisa activará entre el hoy y el viernes, plantea como únicos escenarios posibles votar por el exministro Emmanuel Macron, votar en blanco o abstenerse.
Entretanto, y ante la llamada general del resto de partidos y candidatos a votar en segunda vuelta a Macron para cerrar el paso a Marine Le Pen, la candidata del partido ultraderechista y eurófobo intentó ayer ensanchar su base electoral anunciando que dejará aparcado temporalmente su cargo al frente del partido para tratar de presentarse en la segunda vuelta electoral como “presidenta de todos los franceses” y reveló que ya está “en contacto” con cargos electos de Los Republicanos para tratar de ganarse su apoyo.
Le Pen logró un histórico segundo puesto en la primera vuelta electoral, por lo que el 7 de mayo volverá a enfrentarse al liberal Emmanuel Macron, a priori favorito por el apoyo del resto de partidos.
“Siempre he considerado que el presidente de la República es el presidente de todos los franceses y debe reunir a todos. Hay que pasar de las palabras a los actos”, dijo, durante una entrevista televisada en la que anunció que se apartará de las “consideraciones de partido”. “Ya no soy la presidenta del Frente Nacional”, reveló. Le Pen se describió como la candidata que “más y mejor” defenderá la democracia, toda vez que promete no tomar decisiones “sin el pueblo o contra el pueblo”. “Los franceses no deben tenerme miedo ni a mí ni a mi proyecto”, añadió, consciente del temor que genera su candidatura tanto dentro como fuera del país.