ROMA. La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) sostuvieron en un comunicado que se necesita una acción urgente para evitar que más personas mueran de hambre.

La hambruna ha sido declarada en varias partes del Estado de Unidad, en el norte del país africano, donde se estima que el número de personas que pasan hambre aumentará a 5,5 millones el próximo julio si no se hace nada para solucionar la crisis alimentaria.

La declaración de hambruna significa que ya existen personas que han empezado a morir de hambre en Sudán del Sur, que se halla en su peor catástrofe de este tipo desde que estalló la violencia hace más de tres años.

Actualmente hay 4,9 millones de personas, más del 40 % de la población sursudanesa, con necesidad urgente de alimentos, según el índice que mide la inseguridad alimentaria en una escala de cinco niveles (IPC, por sus siglas en inglés), difundido hoy por el Gobierno, las tres agencias de la ONU y otros socios humanitarios.

Para que se declare la fase 5, la máxima y correspondiente a la hambruna, se debe certificar que al menos un 20 % de la población sufre extrema escasez de alimentos, la malnutrición aguda es superior al 30 % y la tasa de mortalidad diaria es de más de dos personas por cada 10.000, cuatro veces más alto de lo normal.

Las organizaciones de Naciones Unidas consideraron que frenar la expansión de la hambruna solo es posible si se aumenta la asistencia humanitaria cuanto antes llegando a los más vulnerables.

"Los peores temores se han cumplido. Muchas familias han agotado todos los medios que tenían para sobrevivir", dijo el representante de la FAO en Sudán del Sur, Serge Tissot.

La mayoría son agricultores o ganaderos que han perdido sus medios para continuar con sus actividades.

La malnutrición crónica se ha convertido en una emergencia de salud pública, con 14 de las 23 zonas analizadas con índices mayores al 15 % de la población y en algunos casos de hasta el 42%.

Más de un millón de niños están desnutridos en el país y pueden morir si no obtienen ayuda urgentemente, según la nota.

El PMA destacó que esta hambruna ha sido "creada por el hombre" y recordó que la comunidad humanitaria ha intentado evitar por todos los medios esa catástrofe a pesar de la ausencia de paz y seguridad.

Los tres años de conflicto han dañado gravemente la producción de cultivos, mientras que el aumento de la inflación (de hasta el 800 % anual) y los fallos del mercado han golpeado lugares que dependían del comercio para abastecerse de alimentos.

El conflicto en Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013, cuando el presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, denunció un intento de golpe de Estado por parte de su vicepresidente Riek Machar, perteneciente a la tribu nuer.