Londres - El Gobierno de la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, pidió ayer a los diputados que apoyen su proyecto de ley de activación del Brexit para “honrar” que se cumpla la voluntad del pueblo de salir de la UE, expresada en el referéndum del 23 de junio. El ministro para el Brexit, David Davis, instó a respaldar la notificación para la retirada al inaugurar el primer debate sobre el texto en la Cámara de los Comunes, que durará dos días.
Davis recordó que el proyecto responde al dictamen del 24 de enero del Tribunal Supremo, que obligó al Ejecutivo a consultar con el Parlamento antes de activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo que permitirá iniciar las negociaciones con Bruselas para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
“No es una ley sobre si el Reino Unido debe dejar la UE o sobre cómo debe hacerlo. Es simplemente para implementar una decisión ya tomada, un punto sin retorno ya superado”, declaró al presentar el debate. “Le preguntamos a la gente si quería dejar la UE, y decidieron que sí”, prosiguió, para añadir: “Confíen en el pueblo”.
Se prevé que, tras debatir el texto y analizar posibles enmiendas en los próximos días, la Cámara de los Comunes lo vote el próximo 8 de febrero mientras que, si no hay trabas, los Lores lo harán en torno al 7 de marzo, para que Theresa May pueda activar el Brexit el próximo 9 de marzo, al coincidir con la cumbre europea de Malta, afirmó ayer el periódico The Times. Previamente, los Comunes decidirán en otra votación hoy, al término de su debate, si aceptan que el proyecto de ley prosiga el trámite parlamentario establecido, lo que se espera que prospere sin problemas gracias a la mayoría parlamentaria conservadora. Se anticipa no obstante que votarán en contra los independentistas escoceses y algunos diputados laboristas y conservadores, que indicaron que desafiarán la línea oficial de sus partidos.
En este sentido, destacó ayer la intervención del exministro tory Kenneth Clarke, conocido europeísta, que adelantó que votará contra la invocación del artículo 50 porque considera que abandonar la UE es una decisión “muy, muy mala”. En un discurso que fue aplaudido, el veterano conservador dijo que normalmente es “leal” al partido y recordó que la última ocasión que rompió la disciplina parlamentaria fue cuando, en 2008, respaldó el Tratado de Lisboa.
El portavoz laborista para el Brexit, Keir Starmer, reconoció que la aprobación del proyecto gubernamental divide al partido, pero instó a los diputados a apoyarlo a fin de respetar el resultado del referéndum. Starmer dijo que el apoyo al texto legislativo no significa que los laboristas “vayan a permitir que el Gobierno haga lo que quiera”. Al contrario, recordó que este partido ha introducido varias enmiendas al proyecto de ley que buscan asegurar un mayor escrutinio parlamentario de la negociación, mantener el acceso al mercado único y proteger los derechos de los trabajadores y de los residentes europeos.
Oposición de los escoceses El portavoz para Europa del SNP escocés, Stephen Gethins, instó a los diputados a respaldar hoy una enmienda inicial que refleja su posición contra la activación del artículo 50 y dijo que salir de la UE “es un paso dañino y regresivo, y es un acto de sabotaje económico y constitucional”.
El SNP, que gobierna con mayoría en Escocia, presentó además multitud de enmiendas al proyecto de ley del Gobierno que pretenden garantizar el papel de las autonomías y el acceso al mercado único. Para progresar, las enmiendas de la oposición deberían contar con el voto de un número suficiente de diputados conservadores, lo que es improbable que suceda en la mayoría de los casos.
Al margen del proyecto de ley de activación del Brexit, el Gobierno de May se ha comprometido a presentar próximamente un “libro blanco” con detalles de su estrategia negociadora con Bruselas, que será debatido por los parlamentarios.