PARÍS. Más de 40.000 personas han acudido este lunes al Paseo de los Ingleses de Niza, donde Mohamed Lahouaiej-Bouhlel arrolló el 14 de julio a decenas de personas con un camión. Murieron 84 personas y otras 200 resultaron heridas.
Valls y la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, han representado al Ejecutivo en este acto y han tenido que escuchar silbidos y peticiones de "dimisión, dimisión" de quienes culpan al Gobierno de la ola de ataques sufridos por el país en los últimos meses. También se han escuchado gritos de "asesinos".
El presidente de Francia, François Hollande, ha guardado silencio en la sede del Ministerio del Interior, junto al titular de esta cartera, Bernard Cazeneuve, y representantes de las fuerzas de seguridad. En la capital también se ha interrumpido el servicio de metro y trenes como señal de duelo.
Los actos se han repetido en otras ciudades de Francia, así como en las principales instituciones de la UE, con sendos minutos de silencio en el Tribunal de Justicia de Luxemburgo y al inicio de la sesión del consejo de ministros de Exteriores en Bruselas.