BRUSELAS. Los países de la Alianza Atlántica han acordado "las modalidades del apoyo de la OTAN en respuesta a la crisis de refugiados e inmigrantes" para asistir a las autoridades griegas, turcas y a la agencia europea de control de fronteras Frontex en los esfuerzos para "cortar las líneas del tráfico ilegal y la inmigración ilegal en el mar Egeo", ha anunciado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un comunicado.
Los ministros de Defensa de la OTAN acordaron el pasado 11 de febrero prestar ayuda en el Egeo a petición de Alemania, Grecia y Turquía y 48 horas después tres buques de combate de Canadá, Turquía y Alemania de la segunda agrupación naval permanente de la OTAN llegaron al Mar Egeo para llevar a cabo actividades de reconocimiento, monitoreo y vigilancia.
"Nuestros barcos suministrarán información a los guardacostas y otras autoridades nacionales de Grecia y Turquía. Esto les ayudará a realizar sus responsabilidades de forma más eficaz para hacer frente a las redes de tráfico ilegal", ha explicado Stoltenberg en un comunicado tras la decisión sobre las modalidades del apoyo de los aliados. El acuerdo se cerró pasada la medianoche este miércoles tras intensas consultas.
Las disputas territoriales en el Egeo entre Grecia y Turquía y los escollos sobre el derecho aplicable en el caso rescate han complicado las discusiones entre los aliados sobre "las modalidades concretas" para prestar "apoyo" a los guardacostas griegos y turcos y a Frontex en el control de los flujos migratorios y atajar las redes criminales, según han explicado a Europa Press fuentes diplomáticas.
SALVAGUARDAS FRENTE A DISPUTAS TERRITORIALES
Respecto a la zona de responsabilidades, uno de los detalles que quedaban por cerrar, Stoltenberg ha explicado que aunque los buques de la OTAN actuarán en el Egeo, serán los comandantes de la OTAN los que "decidirán el área en el que operarán, en coordinación con Grecia y Turquía" pero ha precisado que "los buques de la OTAN pueden desplegar en las aguas territoriales de Grecia y de Turquía".
Las fuerzas de Grecia y Turquía se han comprometido a no operar en las aguas territoriales y el espacio aéreo de la otra parte, tal y como ya anunció el 11 de febrero.
La posibilidad de que buques de la OTAN entren en aguas territoriales de Turquía o de Grecia en el Egeo requiere "salvaguardas" para que no se interprete como que el organismo de defensa euroatlántico reconoce la soberanía de zonas en disputa entre ambos países. "Grecia y Turquía llevan años y años peleándose por temas de soberanía en el Egeo", han explicado a Europa Press fuentes diplomáticas. "La OTAN no puede reconocer nada", han confirmado fuentes aliadas.
Frontex había pedido que "para no complicar más de lo necesario" las cosas la OTAN opere "en aguas internacionales y remita información de utilidad y no vaya más allá de eso", han explicado fuentes diplomáticas, que auguran que los buques de la OTAN actuarán "casi exclusivamente, primordialmente en aguas internacionales". Fuentes aliadas han insistido en la necesidad de "mantener el máximo grado de flexibilidad posible". No se descarta además el refuerzo del dispositivo con medios aéreos, según fuentes diplomáticas y aliadas.
NO SE DEVOLVERÁN EMBARCACIONES
"La tarea de la OTAN no es devolver las embarcaciones. Aportaremos información crítica para permitir a los guardacostas griegos y turcos, así como a Frontex, hacer su trabajo incluso más eficaz", ha recalcado, precisando que la OTAN establecerá "contactos directos con Frontex".
Otro de los escollos que quedaban pendientes de cerrar era cómo proceder en el caso de que un buque de la OTAN se viera implicado en una operación de búsqueda y rescate. "En el caso del rescate de personas que vengan vía Turquía, serán devueltos a Turquía", ha explicado Stoltenberg, que ha recalcado que los buques de la OTAN cumplirán el derecho nacional de sus respectivas naciones y el Derecho Internacional.
Aunque Turquía se ha comprometido a acoger a los refugiados que hayan salido de su territorio, la cosa se complicaría si un inmigrante rescatado por un barco de la OTAN pide ejercer su derecho al asilo en el país del pabellón. "¿Se deniega el derecho a pedir refugio? La cosa se empieza a complicar", han explicado fuentes diplomáticas, que han recordado la primacía del Derecho Internacional en alta mar.
"Si los buques aliados se encuentran con personas en peligro en el mar, tienen que cumplir su responsabilidad nacional de asistir", ha puntualizado el exprimer ministro noruego, que ha recordado que "la obligación de ayudar a personas en peligro en el mar es una responsabilidad general, universal" para "todos los buques".
LA OTAN NO TENDRá UN PAPEL DIRECTO CONTRA LAS MAFIAS
La OTAN, que no asumirá un papel directo contra las mafias, "puede facilitar una mayor cooperación y asistir en un mayor intercambio de información entre Grecia y Turquía, dado que ambos son aliados de la OTAN, pero sólo Grecia está en la UE", ha dicho Stoltenberg para explicar el "valor añadido" que aportará el organismo de defensa, que además también trabajará de forma "más estrecha" con la UE como "nunca antes".
El secretario general aliado ha defendido que la crisis de refugiados e inmigrantes "es una tragedia humana" que afecta a todos y por ello la OTAN participará "en los esfuerzos internacionales para cortar las líneas del tráfico ilegal y la inmigración ilegal en el mar Egeo". "Todos tenemos que encontrar soluciones", ha subrayado.
"Claramente no es una operación como tal. Se trata de prestar apoyo, no que la OTAN asuma el protagonismo en el control", han explicado fuentes diplomáticas.
Estados Unidos de hecho se mostró muy reacio "al principio" de que la OTAN interviniera porque entendía que el problema de la inmigración competía de resolver a los europeos y porque "las operaciones se empiezan" pero es más complicado terminarlas y "nadie quería de entrada", según fuentes diplomáticas. "Los flujos no van a acabar de forma inmediata y se teme que en primavera se van a incrementar", han avisado las fuentes.
El ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, ya avanzó el 11 de febrero la disposición de España de contribuir a la fuerza de la OTAN en el Egeo con un buque y un segundo barco de apoyo.