Beirut - Al menos 23 personas murieron ayer en varios bombardeos contra cuatro hospitales en el norte de Siria, de lo que activistas y ONG han culpado a la aviación de Rusia y a las fuerzas del régimen de Damasco. Médicos Sin Fronteras (MSF) confirmó que al menos siete personas fallecieron y otras ocho están desaparecidas, aunque “presumiblemente muertas”, por un ataque contra un hospital al que respalda en la zona de Maarat al Nuaman, en la provincia septentrional de Idleb. En un comunicado, la organización humanitaria precisó que los muertos son cinco pacientes, un cuidador y un guardia del centro sanitario. Asimismo, indicó que hay enfermos cuyo paradero se desconoce y cuya cifra exacta no se sabe. “La destrucción de la instalación respaldada por MSF parece que ha sido un ataque deliberado contra las infraestructuras sanitarias”, denunció el coordinador general de la organización en Siria, Massimiliano Rebaudengo, quien explicó además que el centro recibió dos ataques en el intervalo de unos minutos, en los que fue golpeado por cuatro misiles.

“La destrucción de este hospital privado deja sin servicios médicos a unas 40.000 personas que viven en una zona del conflicto abierto”, lamentó Rebaudengo. En el centro, que contaba con 30 camas, dos quirófanos, una clínica ambulatoria y servicio de urgencias, trabajaban 54 personas. MSF apoyaba este hospital desde septiembre de 2015 mediante el suministro de equipos médicos y sufragando los costes de su funcionamiento.

Asimismo, la organización informó de que otros tres hospitales, ninguno de ellos apoyado por MSF, fueron objetivo de ataques similares tanto en Idleb como en la localidad de Azaz, en la vecina provincia de Alepo. Anteriormente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de la muerte de dos enfermeros en un ataque contra el Hospital Nacional en Maarat al Nuaman, así como de al menos 14 fallecidos más, entre ellos tres menores y dos mujeres, una de ellas embarazada, por bombardeos de supuestos aviones rusos en las inmediaciones de un hospital infantil y de maternidad en Azaz, que alcanzaron también un colegio. Del otro hospital atacado en la misma ciudad no habían trascendido aún detalles anoche. Azaz se encuentra bajo el control del Frente del Levante, la principal alianza armada de la provincia de Alepo y en la que está incluida el Frente al Nusra, filial de siria en Al Qaeda.

Condenas El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó ayer los ataques contra “objetivos civiles inocentes” y expresó dudas sobre la voluntad de Rusia para contribuir al cese de las hostilidades en el país árabe. El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, indicó que los ataques “levantan dudas sobre la voluntad o habilidad de Siria para ayudar a parar la brutalidad del régimen de Bashar al Asad contra su propia gente”. A través de un comunicado de prensa, Kirby apuntó como responsable de los bombardeos a Al Asad y sus aliados, quienes han perpetrado “ataques, sin causa y sin suficiente consideración de las obligaciones internacionales para proteger vidas inocentes”, pues atacar hospitales en guerra viola la ley internacional humanitaria.

Por su parte, el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, reconoció estar “impactado” por las informaciones de ataques contra cuatro instalaciones médicas en Siria, dos de ellas apoyadas por la agencia de la ONU. “Una de ellas es un hospital infantil y de maternidad, donde se ha informado de la muerte de menores y de decenas de evacuados”, denunció Lake en un comunicado.

En el texto, Unicef explicó que dos bombardeos tuvieron lugar en la localidad de Azaz, en la provincia septentrional siria de Alepo, mientras que los otros dos ocurrieron en la vecina Idleb. La nota agregó que hay datos que apuntan que dos escuelas fueron, además, blanco de ataques en Azaz, donde podrían haber muerto seis menores.

Unicef recordó que un tercio de los hospitales en Siria y la cuarta parte de los colegios -lo que equivale a unas 5.000 escuelas- no están operativos. Por su parte, Amnistía Internacional denunció que los bombardeos de ayer son los últimos de una serie de “ataques aparentemente deliberados contra hospitales, clínicas y personal médico”, lo que, recordó, supone una violación flagrante de la ley internacional humanitaria.

“Las fuerzas rusas y sirias saben muy bien que los ataques intencionados contra instalaciones médicas son crímenes de guerra. Todas las partes del conflicto deben cesar estos ataques horribles”, instó el subdirector del Programa de Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional, Said Boumedouha. Esta ONG recordó que, de acuerdo a cifras de la organización Médicos para los Derechos Humanos, que documenta los ataques a trabajadores e infraestructura sanitaria en Siria, al menos 336 instalaciones médicas han sido objetivo de ataques en el país árabe, donde han fallecido 697 empleados del sector.

AI destacó, asimismo, que se sospecha que la mayoría de esos ataques fueron perpetrados por efectivos gubernamentales. - Efe

Hospital de MSF. Ubicado en Maarat al Nuaman, en la provincia de Idleb. Fue golpeado por cuatro misiles y quedó completamente destruido. Siete personas han fallecido y hay al menos ocho desaparecidos, “presumiblemente muertos”.

Hospital Nacional Maarat al Nuaman. Dos enfermeros mueren por los bombardeos.

Hospital materno-infantil de Aziz. Al menos 14 fallecidos, entre ellos tres menores y dos mujeres, una de ellas embarazada, por bombardeos de supuestos aviones rusos. Apoyado por Unicef.

Centro sanitario de Aziz. Se desconocen todavía los detalles.