San Salvador - Las familias de siete de los diecisiete militares salvadoreños involucrados en la masacre de seis padres jesuitas en 1989, requeridos por la justicia española, exigieron ayer la libertad de los cuatro capturados en una operación el pasado viernes y el fin de la búsqueda de los prófugos. “Exigimos a las autoridades la liberación de los actualmente detenidos de manera arbitraria y el cese de la persecución del resto de militares”, señaló Carlos Mauricio Guzmán hijo en conferencia de prensa. Agregó que “reafirmamos la inocencia de nuestros padres” en las acusaciones de “hechos que jamás cometieron ni ordenaron cometer y en los que no tuvieron participación directa ni indirecta”.

Por su parte, el hijo del coronel Juan Orlando Zepeda, que lleva su mismo nombre, aseguró que las detenciones son parte de una “persecución política” que busca “desestabilizar el país”. “Este hecho es tan trascendente que está trastocando la seguridad jurídica de nuestro país” porque “mucha de la gente que quieren involucrar en este caso son totalmente inocentes” y porque el hecho ya fue juzgado en 1991 por la justicia salvadoreña, sostuvo Zepeda.Los militares retirados capturados en el país centroamericano durante una operación iniciada la noche del viernes son: el coronel Guillermo Alfredo Benavides, los sargentos Ramiro Ávalos Vargas y Tomás Zárpate Castillo y el cabo Ángel Pérez Vásquez.

La víspera, horas después de oficializadas las detenciones de 4 de los 16 implicados que están en territorio salvadoreño, el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén, confirmó la huída de los 12 restantes y les pidió que se entregaran a la Justicia porque es “lo mejor para el país”. El número 17 de la lista es el exviceministro de Defensa Inocente Montano, que aguarda en Estados Unidos a ser extraditado a España, después de que una jueza de ese país avalara el proceso el pasado viernes. - Efe