atenas - La votación la pasada madrugada del paquete de reformas en el Parlamento ha asestado un duro golpe al primer ministro, Alexis Tsipras, quien tras la negativa a respaldarle de casi 40 diputados, tiene que buscar fórmulas para garantizar la estabilidad política en Grecia. Para ayer se esperaba que Tsipras anunciara una remodelación del Gobierno y, después de una reunión con su equipo de colaboradores más estrechos, el primer ministro optó por no mover ficha, al menos de momento, según informaron fuentes gubernamentales. “Hoy no se anunciará la remodelación”, informaron fuentes del Gobierno.
A lo largo de la jornada, habían corrido por los portales informativos quinielas varias sobre quiénes podrían ser los sustitutos de los tres miembros del Gobierno -un ministro y tres ministros adjuntos- que dejarán previsiblemente el cargo, tras votar en contra del acuerdo con la eurozona. Esta primera ley de reformas acordadas con los socios del euro, como condición para iniciar las negociaciones de un tercer rescate financiero a Grecia, salió adelante en la madrugada sin que el Gobierno lograse la mayoría parlamentaria propia y solo gracias al apoyo de la oposición.
Nada menos que 32 diputados de la coalición gobernante Syriza votaron en contra, seis se abstuvieron y uno optó por ausentarse. Entre los votos negativos destacaron el del ya exministro de Finanzas Yanis Varufakis, el del ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, y el de la presidenta del Parlamento, Zoé Konstandopulu.
El ministro del Interior, Nikos Vutsis, reconoció ayer que el Gobierno estuvo a tres diputados de caer, pues se había puesto como límite político y moral superar los 120 votos propios a favor, y finalmente logró 123. - Efe