gasteiz - El Gobierno Vasco lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a la sociedad ante una hipotética salida de Grecia de la zona euro y sus posibles consecuencias para el resto de Europa. “En Euskadi contamos con bases firmes para consolidar la recuperación económica que acabamos de iniciar tras siete largos años de crisis”, señaló Lakua en un comunicado. El Gobierno de Iñigo Urkullu reconoce que “la posible salida de Grecia de la Eurozona tendría a corto plazo consecuencias negativas y generaría volatilidad en los mercados financieros”.
A pesar de ello, el Ejecutivo quiso transmitir un mensaje de tranquilidad “porque no es menos cierto que, primero, incluso en la peor de las hipótesis en el desenlace de la crisis griega su impacto directo sobre la economía vasca resultaría limitado, y segundo, Euskadi cuenta con una economía estructuralmente sana y equilibrada, caracterizada por disponer de unas instituciones financieras sólidas y, lo que es más importante, un tejido productivo, con gran componente industrial, altamente competitivo”.
El lehendakari analizó ayer, junto con su Gobierno, la situación creada con motivo de la crisis de Grecia y sus posibles consecuencias para Europa y también para Euskadi. Además del mensaje de tranquilidad a la sociedad vasca, el Consejo de Gobierno dio a conocer a través de una nota de prensa sus reflexiones sobre la situación griega. En ella, consideró que la posible salida de Grecia de la zona euro supondría, desde una perspectiva política, “un fracaso del diálogo y la negociación”, que “debilitaría el proyecto europeo en el mundo”. Asimismo, desde una perspectiva económica, “no es la mejor alternativa ni para Europa ni, sobre todo, para la propia ciudadanía griega”, según el Gobierno Vasco.
Por todo ello, Lakua apeló al diálogo y la negociación. “Apelamos a la responsabilidad de todas las partes concernidas en este proceso negociador para que actúen a la altura de las circunstancias en un momento como el presente exige”. Según el Ejecutivo vasco “todavía hay tiempo suficiente” para profundizar en las propuestas planteadas y, por ello, concluyó: “Es tiempo de cumplir con compromisos conciliables, de que la política haga honor a su nombre y encuentre soluciones estables y duraderas donde los intereses económicos no lo hayan hecho. Es deseable, y posible, una solución para una coyuntura histórica”. - DNA