El anuncio de los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, de que este sábado dialogarán en el marco de la Cumbre de las Américas que fue inaugurada hoy marcó el desarrollo de esta cita, a la que asisten por primera vez todos los 35 países del continente.

"Anticipamos que (Obama y Castro) tendrán un diálogo mañana en el marco de la Cumbre", explicó el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, quien aclaró que no se trata de un encuentro formal del que aún no se sabe ni la hora, ni los temas que abordarán.

En la ceremonia de apertura de esta "cumbre de la reconciliación", Obama y Castro se saludaron y se estrecharon la mano, sin que ambos líderes mantuvieran una "conversación sustancial", según explicó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Bernadette Meehan.

Hoy también se supo que Obama y Castro conversaron el jueves por teléfono antes de la Cumbre.

Rhodes precisó que la llamada estuvo centrada en revisar el proceso para la histórica normalización de las relaciones diplomáticas bilaterales anunciado en diciembre pasado.

Esa fue la segunda conversación telefónica entre Obama y Castro tras la que ambos mantuvieron el pasado 16 de diciembre, un día antes del anuncio sobre el acercamiento bilateral.

El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, al inaugurar hoy la VII Cumbre de las Américas, felicitó "el coraje y la voluntad de los jefes de Estado y de los Gobiernos que han dejado a un lado sus diferencias históricas en búsqueda de acercamientos que traerán mejores días para sus pueblos y nuestro continente".

Cuba y EE.UU., tras más de medio siglo de tensiones, tienen en la Cumbre de Panamá un escenario para avanzar en el proceso de acercamiento anunciado el 17 de diciembre.

Por otro lado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que "no es tiempo de imperialismos, de amenazas. Es tiempo de paz, de cooperación", al llegar al país centroamericano.

Luego se dirigió al popular barrio de El Chorrillo, en la capital panameña, donde depositó una ofrenda floral en el Monumento a los Caídos de la invasión estadounidense del 20 de diciembre de 1989, que aquella navidad fue incendiado casi en su totalidad a consecuencias del bombardeo estadounidense y unas 20.000 personas perdieron sus residencias.

En el acto, Maduro aseguró que instará personalmente a Obama a que pida disculpas e indemnice a las víctimas de esa invasión, que a su juicio fue una "masacre".

Antes de la ceremonia de apertura de la Cumbre, Maduro fue recibido por un sonoro cacerolazo en los alrededores del centro de convenciones Atlapa, promovido por muchos vecinos del complejo que gritaban "Fuera Maduro" y agitaban banderas venezolanas, según pudo comprobar Efe.

El presidente venezolano también anunció que el domingo los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) sostendrán una reunión en la que propondrá que los programas de ayuda social y sanitaria como Misión Milagro puedan llegar a El Chorrillo.

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, pidió "no dejar solos a Cuba y Venezuela" y acusó a EE.UU. de querer "derrocar a Maduro por decreto" porque no puede hacerlo a través de un golpe de Estado, y señaló que no "desea" reunirse con Obama.

También reivindicó la salida al mar para Bolivia, mientras varios grupos de indígenas bolivianos y panameños coreaban "¡Mar para Bolivia!" y "¡Vivan los pueblos originarios de América!".

Por otro lado, Obama junto a los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; México, Enrique Peña Nieto; y Panamá, Juan Carlos Varela, participaron en la ceremonia de clausura del foro empresarial con un claro y firme llamamiento a aumentar las inversiones en tecnología.

En ese mismo foro, los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; de Guatemala, Otto Pérez Molina; y de Honduras, Juan Orlando Hernández, expusieron las ventajas y desafíos que representa la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte para el desarrollo de las Américas.

Además, medio centenar de indígenas, que participaron en la V Cumbre Abya Yala, protestaron hoy en las calles de la capital panameña porque se sienten "apartados" y "olvidados" por la agenda oficial de la VII Cumbre de las Américas.