SEYNE-LES-ALPES (FRANCIA). En una intervención junto a los jefes de Gobierno de España, Mariano Rajoy, y Alemania, Angela Merkel, Hollande prometió que "todo se conocerá y se hará toda la luz sobre las circunstancias del accidente" en el que han perecido las 150 personas "de una quincena de países" que viajaban en el vuelo entre Barcelona y Düsseldorf.
La primera caja negra, que se halló dañada, está siendo ya analizada en París por el organismo de investigación aérea (BEA) y hoy mismo podrían tenerse los primeros resultados del examen.
Sin embargo, Hollande pidió paciencia porque su análisis será "difícil" y aseguró que los efectivos desplegados al lugar de la colisión continuarán la búsqueda del contenido de la segunda caja negra, hasta que sea encontrada.
"Necesitamos comprender qué ha pasado, se lo debemos a las familias y países afectados. Francia ha puesto medios importantes en la investigación para que podamos saber todo. Por desgracia tenemos cierta experiencia", agregó el presidente francés.
Para Hollande, el despliegue de la población local y de los servicios públicos como gendarmería o bomberos ha sido "una muestra de solidaridad y gran eficacia, pese a que por desgracia no hubo posibilidad de hallar supervivientes".
"Esas operaciones permitieron asegurar el lugar e intervenir en una zona de particularmente difícil acceso para hacer todo lo posible para conservar los cuerpos y los pedazos del avión para que la investigación dé resultados, y posibilitar un acceso a las familias", agregó.
Antes de realizar su declaración, Hollande, Rajoy y Merkel visitaron la capilla ardiente instalada en el pueblo de Seyne-les-Alpes, cercano al lugar del accidente, donde saludaron a los servicios que están cooperando en los esfuerzos.