marsella - Varios encapuchados dispararon ayer al paso de un coche de la policía por un barrio de Marsella (sur de Francia), tras lo que las fuerzas de seguridad acordonaron la zona y pidieron a los 7.000 residentes de la zona que no salieran de sus casas. Poco después de las 11.00 hora local (10.00 GMT), varios vecinos alertaron a las fuerzas del orden de que habían escuchado ráfagas de kalashnikov y, cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, se produjeron disparos en su dirección, sin que se registraran víctimas, dijo a la cadena de televisión BFM TV el director departamental de Seguridad Pública, Pierre-Marie Bourniquel.

Hay varias versiones de los hechos, desde la que apunta a que se trata de un ajuste de cuentas vinculado con la delincuencia común a la que el objetivo de los disparos sería el director de Seguridad Pública de Marsella, el inspector general Pierre-Marie Bourniquel, sin que hasta el momento se hayan practicado detenciones, informó el diario regional La Provence. No obstante, el operativo desplegado a continuación responde a que se trate de un ajuste de cuentas entre bandas relacionadas con el tráfico de drogas que se estarían disputando un punto de venta.

evacuación de una guardería Unos 40 agentes fueron desplegados en el popular barrio de La Castellane, en el norte de la ciudad, donde las fuerzas de seguridad evacuaron una guardería y pidieron a los alumnos de una escuela que no abandonaran el centro, entre otras medidas preventivas. A la zona llegaba también un grupo de policías de élite del Grupo de Intervención (GIPN), con una tanqueta, que se desplegaron por la zona donde podrían esconderse los autores de los disparos.

Según testigos, tras el tiroteo llegaba el vehículo del director de la Seguridad Pública del Departamento, quien ordenó a su chófer que encendiera las sirenas para proteger a la población. Fue en ese momento cuando las armas se volvieron contra el vehículo en el que viajaba, junto a otros cargos policiales, y comenzaron a disparar sin que fuera alcanzado por ninguno de los proyectiles.

Posteriormente, la policía francesa decomisaba siete fusiles tipo kalashnikov y “varios” kilos de droga en una operación relacionada con los tiroteos con rifles de asalto ocurridos en un barrio popular de Marsella, en el sur de Francia.

Las fuerzas del orden francesas se mantienen en alerta máxima luego de que los atentados en París, a inicios de enero, dejaran 17 víctimas.

Los tiroteos tuvieron lugar el mismo día en que el primer ministro francés, Manuel Valls, y los titulares de Interior, Bernard Cazeneuve, y Educación, Najat Vallaud-Belkacem, tenían prevista una visita a la ciudad para hablar de la lucha contra la delincuencia.

A su llegada a Marsella y en un discurso ante las fuerzas del orden, Valls destacó los progresos conseguidos al respecto en los dos últimos años, a pesar del tiroteo que había tenido lugar esa misma mañana.

seguridad, lo primero “La seguridad es la primera de las libertades”, subrayó el jefe del Gobierno francés, quien agradeció a los agentes que estén “en primera línea contra lo más duro, lo más violento que hay en nuestra sociedad”. Valls apoyó su discurso con cifras sobre la evolución a la baja de la delincuencia en Marsella, una ciudad donde en los dos últimos años los ataques contra personas han caído un 29% y los robos a mano armada han descendido un 32%.

Los ajustes de cuentas han disminuido “de forma significativa”, con diez homicidios de ese tipo en 2014 frente a los dieciocho de 2012, precisó el primer ministro francés. “Estos resultados no son fruto del azar, sino de una estrategia y del voluntarismo”, agregó el primer ministro, quien se refirió solo de pasada al tiroteo de La Castellane para decir que “es la acción en el tiempo la que debe traer resultados”. - Efe