Kiev/Bruselas - Ucrania puso ayer en marcha su maquinaria diplomática para lograr que la comunidad internacional incremente la presión contra Rusia, a la que Kiev acusa de ser cómplice en el ataque con artillería perpetrado el sábado contra Mariúpol, que costó la vida a 30 civiles.

En este sentido, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, convocó ayer, para el próximo jueves, un Consejo de ministros de Asuntos Exteriores extraordinario para tratar la situación tras el ataque contra esa ciudad. “Estoy convocando un Consejo extraordinario de Ministros de Asuntos Exteriores sobre Mariúpol”, señaló la alta representante de la Unión Europea (UE) en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, confirmado después por Acción Exterior.

“Se ha pagado un precio demasiado caro en vidas humanas. Ha llegado la hora de unirnos para parar a los terroristas y obligar a Rusia a dejar de apoyarlos”, dijo ayer el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Pabló Klimkin.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, cuenta con el respaldo de Estados Unidos para convencer al resto de la comunidad internacional, sobre todo a la UE, en la necesidad de nuevas sanciones contra Moscú, que según Ucrania está detrás de todas las decisiones que toman los separatistas. Mogherini y Poroshenko abordaron el agravamiento de los enfrentamientos armados en el este.