Moscú - Los rebeldes prorrusos aseguran que sus milicias llegaron ayer tarde a las zonas periféricas de la ciudad de Mariúpol, donde al menos veinte civiles murieron durante la jornada por fuego de artillería, del que se han acusado los dos bandos enfrentados en el este de Ucrania.

“Ya podemos hablar de 30 muertos, entre ellos dos niños”, una niña de 15 años y otro niño de aproximadamente cinco, dijo a su vez el jefe del prensa del Ayuntamiento de Mariúpol, Oleg Kalinin, a la televisión ucraniana Hromadske.TV. Entre los 93 heridos, algunos de ellos muy graves, en el brutal ataque contra un barrio residencial de la ciudad, la segunda más importante de la región, hubo al menos otros cinco menores, según las autoridades sanitarias regionales.

“Las primeras unidades de combate han entrado a la periferia de Mariúpol y han tomado posiciones”, informó a la agencia Interfax un portavoz de los separatistas poco después de que el líder de los rebeldes, Alexandr Zajárchenko, anunciara el inicio de una ofensiva contra la segunda ciudad más importante de la región de Donetsk.

Unos minutos antes, el batallón de voluntarios Azov, que participa en la defensa de la ciudad junto a las fuerzas de Kiev, informó de nuevos ataques con artillería contra las zonas orientales de la ciudad. “En los límites orientales de Mariúpol se oye de nuevo explosiones”, escribió el batallón en su página de Facebook.

El portavoz del Azov, Andréi Diáchenko, señaló a la agencia Interfax Ukraini que los milicianos habían intensificado los ataques, aunque aseguró que los combatientes del batallón no habían visto “movimientos de fuerza viva” en la zona. “Todo indica que habrá complicaciones en nuestra parcela del frente y en otras en los próximos días”, advirtió Diáchenko, quien aseguró que Azov está preparado “para repeler a las fuerzas que lance el enemigo contra nosotros”. - Efe