Atenas - El primer ministro griego, Andonis Samarás, plantó ayer cara a las encuestas electorales y en su mitin de cierre de campaña se mostró seguro de la victoria de los conservadores en las elecciones que se celebrarán mañana y cargó con toda la artillería verbal contra Syriza, su principal adversario político.
Vitoreado por varios miles de seguidores que inundaron el centro deportivo de Paleo Faliro, en la periferia de Atenas, con un mar de banderas nacionales, Samarás prometió que una vez ganadas las elecciones, el Gobierno se pondrá a negociar los últimos flecos del rescate para luego empezar a revertir las “injusticias” económicas que se “tuvieron” que cometer en los últimos años.
Samarás aseguró que concluirá las negociaciones con los socios de la troika antes de finales de febrero, cuando expira la prórroga del rescate, para que Grecia pueda recibir el crédito reforzado acordado.
Además, dijo que Grecia obtendrá fondos del denominado plan Juncker y se beneficiará de la compra de bonos anunciada el jueves por el Banco Central Europeo. El líder conservador lanzó duros ataques contra su principal rival político, el izquierdista Alexis Tsipras.
“En el pasado hubo muchos escándalos, hubo ayudas económicas extravagantes, lo que derivó en enormes déficits. Era necesaria una política más conservadora y eso es lo que intentó en los últimos dos años el Gobierno de coalición de Nueva Democracia y PASOK, equilibrar la economía. Creo que ahora es necesario no poner en riesgo todo lo que se ha hecho estos dos años y medio y seguir por el mismo camino”, dijo uno de los asistentes al acto.
Para Lefteris, un joven de 26 años, “el país necesita ante todo estabilidad política”, algo que a su juicio, solo puede garantizar Samarás en estos momentos.
“Debemos permanecer en la Eurozona. Para todo el mundo, pero especialmente para nosotros, los jóvenes, la vida es dura, no hay trabajo, los salarios son muy bajos, pero debemos tener paciencia para superar estas dificultades y vivir un futuro mejor”, dijo Lefteris.
Ataque a las promesas Samarás se cebó con las promesas de Syriza, al que acusó de engañar al pueblo y de defender una política abocada a llevar a Grecia a la “quiebra”. Syriza dice “no al dinero, no a las inversiones y no a los sueños de estos jóvenes que esperan un trabajo gracias a las inversiones”.
“Nosotros queremos salir del rescate y ellos (Syriza) nos quieren llevar a uno nuevo”, dijo en medio del júbilo de los asistentes. Recalcó que “un país es fuerte solo si no necesita créditos”, y aseguró que Syriza “volverá a toda Europa contra Grecia”.
“Eso no lo permitiremos”, afirmó, seguro de que las urnas le darán la razón. El líder conservador afirmó también que Syriza se limita a hacer promesas y negar los logros del Gobierno.
Recordó que en los cerca de tres años de su Gobierno, y pese a las adversidades de la crisis, “se sentaron las bases para el crecimiento” “Grecia no necesita más dinero. Ahora empezaron las inversiones y por primera vez en seis años se incrementó el ingreso de los griegos”, dijo.
Al igual que en sus anteriores actos de campaña, afirmó que de ganar Syriza, Grecia se convertirá en una segunda Venezuela o Corea del Norte, sin fronteras seguras y abriendo las puertas a la inmigración ilegal.
Samarás cerró su intervención recordando que cada voto cuenta, porque todo el curso futuro será “determinado por el primer partido, incluso si gana por un voto”.
Con esto aludió a la ley electoral de este país, que otorga 50 escaños de regalo a la principal fuerza, lo que hace prácticamente imposible una alianza de partidos sin incluir al más votado. - Efe