washington - La indignación de la ciudad de Ferguson (Misuri) tras la no imputación del policía que mató al joven negro Michael Brown se extendió a 170 ciudades en 37 estados de todo el país, donde miles de personas cortaron carreteras y puentes para pedir justicia.
Washington DC, Nueva York, Los Ángeles, Atlanta, Boston, Filadelfia, Oakland y Seattle vivieron la pasada noche las mayores concentraciones, que tuvieron un tono pacífico salvo incidentes aislados y algunos arrestos. Las grandes ciudades de todo el país están en alerta por posibles disturbios desde la noche del lunes, cuando se conoció que el agente de policía Darren Wilson seguirá libre y sin cargos después de que un gran jurado concluyera que no existen pruebas suficientes para su imputación.
Wilson, blanco y de 28 años, mató con varios disparos a Brown, negro y de 18, el 9 de agosto cuando el adolescente iba desarmado y en circunstancias aún por esclarecer.
Este caso provocó entonces una ola de disturbios raciales que se saldaron con saqueos y destrozos, una violencia que volvió ayer a esta pequeña ciudad de poco más de 20.000 habitantes aledaña a San Luis tras conocerse el fallo.
Para evitar que se repita ese escenario, Ferguson se blindó la pasada noche con más de 2.000 agentes de la Guardia Nacional y efectivos de otros cuerpos de seguridad, mientras en las grandes ciudades del país los manifestantes cortaban puentes y carreteras. Estas imágenes se pudieron ver en Nueva York, Atlanta, Boston, Nashville, Minneapolis, Oakland y Los Ángeles.
A falta del balance oficial, la Policía de Atlanta informó de 21 detenciones, mientras que en la icónica Times Square de Nueva York también hubo varios arrestos. La manifestación enlazó la plaza Union Square con Times Square, dos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Se desarrolló pacíficamente, aunque en algunas zonas hubo algunos forcejeos con la policía. Medios locales dijeron que al menos tres personas fueron detenidas por los agentes policiales cuando querían mantener cortada una de las principales avenidas de la isla de Manhattan. Los manifestantes, de todas las razas y en su mayoría jóvenes, coreaban lemas como “Sin Justicia no hay paz” y “Manos arriba, no disparen”, utilizados en las últimas protestas contra la brutalidad policial en esta ciudad. Los manifestantes llegaron a bloquear temporalmente el túnel de Lincoln, que enlaza a la isla de Manhattan con el estado vecino de Nueva Jersey, sobre el río Hudson, y también un puente del lado oriental de la isla que conecta con el barrio de Queens.
otros 45 detenidos en ferguson En Ferguson, al menos 45 personas fueron detenidas durante la segunda noche de protestas por la decisión judicial de no imputar al policía blanco que mató a tiros al joven negro Michael Brown, que estaba desarmado, informó ayer la Policía. Además, las fuerzas de seguridad requisaron dos armas y un coctel molotov, precisó el jefe de policía del condado de San Luis, Jon Belmer, citado por medios de comunicación locales. Estas detenciones se sumarían a las más de 80 del lunes en Ferguson, que registró los altercados más graves con incendios en edificios y vehículos y saqueos en comercios. “Si no hay justicia, no puede haber paz”, comentó Trap Maurice, un lugareño de 19 años, en actitud abiertamente desafiante, mientras un helicóptero de las fuerzas de seguridad vigilaba desde el cielo los acontecimientos sobre el terreno. “No conocí a Mike Brown, pero estoy seguro de que era un buen chico”, dijo Adam, un residente de 25 años que agitaba una bandera estadounidense y, en un tono más conciliador, abogó por llevar a cabo “protestas pacíficas”.
Aunque no se produjeron actos vandálicos tan graves como los del primer día, una turba dañó y volcó un vehículo policial cerca del Ayuntamiento, incidente ante el que los agentes reaccionaron con el uso de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, algunos de los cuales lucían máscaras antigás.
Con el ruido de las sirenas policiales de fondo, los forcejeos, las carreras y las escaramuzas fueron la tónica dominante en la calle, donde muchos comercios aparecían tapiados con paneles de madera como medida de precaución contra posibles saqueos. “Despejen la calle. Permanezcan en las aceras. Pueden manifestarse ahí de forma pacífica. Quien se quede en la calle puede ser objeto de detención”, conminó la Policía por megafonía. “Están intentando asustarnos”, indicó un manifestante encapuchado y con el rostro parcialmente cubierto.
Fuera del centro de la localidad, varias carreteras estaban cortadas y acordonadas por vehículos de las fuerzas de seguridad, mientras bares, restaurantes y tiendas colgaba el cartel de cerrado.
Ya el lunes las protestas trascendieron Ferguson y miles de personas salieron a la calle en Nueva York, Chicago, Los Ángeles y Washington DC, donde los manifestantes llevaron sus gritos de “justicia” ante la Casa Blanca.
El abogado de la familia de Michael Brown, Benjamin Crump, considera que el proceso del gran jurado “debe ser impugnado” porque a su juicio el fiscal encargado del caso -Robert McCulloch- “está en la misma línea que la policía local”.
“(El relato de Wilson) Es su versión como testigo interesado. Y no debería haberse incluido si el fiscal hubiera sido imparcial”, dijo Crump en el aeropuerto de San Luis (Misuri) a medios de comunicación antes de tomar un vuelo a Nueva York.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Barack Obama, volvió a pedir calma y reiteró que “no hay excusa” para los “actos destructivos” que se produjeron la madrugada del lunes en Ferguson, en un inciso de un discurso sobre inmigración en Chicago.