Kiev - El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, propuso ayer despojar de autogobierno a las zonas rebeldes e introdujo varias medidas de bloqueo económico para impedir la secesión de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. En un decreto que tensará aún más la situación en el este prorruso, Poroshenko pide a la Rada Suprema que derogue “con urgencia” la ley que concede tres años de autonomía a los insurgentes. Aunque el nuevo Parlamento ucraniano aún no ha sido formado, ya que el ganador de las elecciones legislativas -el Bloque Petró Poroshenko- aún negocia la creación de una coalición con mayoría constitucional, se da por hecho que revocará el autogobierno.

El decreto de Poroshenko coincidió con la cumbre del G20 en Brisbane (Australia), en la que la crisis ucraniana ha acaparado toda la atención y las potencias occidentales hicieron un frente común contra la injerencia rusa. La propuesta de Poroshenko, un nuevo jarro de agua fría de cara a un pronto arreglo pacífico del conflicto, está estrechamente vinculada con las elecciones celebradas el pasado 2 de noviembre por las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

La citada ley contemplaba la posibilidad de que las zonas rebeldes celebraran comicios locales en diciembre para elegir a sus interlocutores ante el Gobierno central.

No obstante, los separatistas celebraron una votación para elegir a sus líderes y Parlamentos (Soviet Supremo) en los territorios bajo su control que convirtió en papel mojado la propuesta de autonomía de Kiev.