washington - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió ayer en la Casa Blanca a líderes demócratas y republicanos del Congreso, a los que pidió la “cooperación” reclamada por los ciudadanos en las urnas el pasado día 4. Antes de comenzar el almuerzo, que se celebró a puerta cerrada, Obama subrayó que los ciudadanos están “frustrados” por la falta de resultados en el Congreso en los últimos dos años debido a la falta de acuerdos entre republicanos y demócratas, y esperan “ver más cooperación” en la nueva legislatura.

Tras la derrota de los demócratas en las legislativas del pasado martes, en la que los republicanos lograron la mayoría en ambas cámaras, Obama recibió ayer viernes en la Casa Blanca a más de una docena de líderes del Congreso de ambos partidos en un almuerzo para intercambiar ideas sobre los asuntos en los que pueden colaborar.

“Todos nosotros tenemos la responsabilidad, en particular yo”, dijo el mandatario, que aseguró que está dispuesto a trabajar y escuchar las ideas de ambos partidos. “No voy a juzgar las ideas si vienen de los demócratas o de los republicanos, las voy a juzgar dependiendo de si funcionan o no”, afirmó Obama, pues “los estadounidenses quieren ver el trabajo hecho”.

En el encuentro participaron el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, y el senador Mitch McConnell, que lo será de la Cámara Alta, y quien, tras la victoria electoral, ha mostrado su disposición al diálogo.

También estuvieron la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, la congresista Nancy Pelosi, que espera continuar en su cargo cuando se forme el nuevo Congreso en enero, y el actual líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, indicó que entre los temas previstos en la reunión están la situación sobre el ébola y la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

También se incluyen los asuntos de la agenda nacional en los que ambas partes pueden llegar a acuerdos, como la inversión en infraestructuras, los programas de educación infantil temprana y la expansión de las exportaciones estadounidenses.

Nuevo revés para Obama El presidente, que espera la colaboración de los líderes de los dos grandes partidos, recibía ayer mismo un nuevo contratiempo. El Tribunal Supremo de Estados Unidos aceptaba revisar un caso contra los subsidios para comprar seguros médicos que son una pieza clave de la reforma sanitaria promulgada por el presidente Barack Obama, lo que supone un nuevo desafío para esa ley, muy cuestionada por la oposición republicana.

Los jueces del Supremo, en un fallo adoptado con cinco votos a favor y cuatro en contra, decidieron estudiar un recurso de cuatro residentes de Virginia que busca bloquear la concesión de esos subsidios en un total de 36 estados.

Los demandantes argumentan, con base en el texto de la ley, que esos subsidios que han ayudado a más de cuatro millones de personas a obtener una cobertura sanitaria se pueden ofrecer en los mercados de seguros gestionados por los estados, no en los que opera el Gobierno federal. Únicamente catorce estados establecieron sus mercados y en los otros 36 la gestión está a cargo del Gobierno federal.

Tras conocer la decisión del Supremo, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, anticipó que el Gobierno va a seguir realizando una “vigorosa defensa” de la reforma sanitaria, porque “está funcionando y ha generado importantes beneficios para las familias trabajadoras y los propietarios de pequeñas empresas en todo el país”. Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, adelantó que la derogación de partes clave de la reforma sanitaria será una de las prioridades del nuevo Congreso de mayoría conservadora que empezará a funcionar en enero. En su primera conferencia de prensa tras las elecciones legislativas del martes, en las que los republicanos ganaron la mayoría en ambas cámaras del Congreso por primera vez desde 2006, Boehner prometió que continuarán los ataques a la reforma sanitaria, conocida popularmente como Obamacare. - Efe