BEIRUT - Combatientes del grupo Estado Islámico (EI) lograron hacerse con una parte del cargamento de armas y material médico arrojado el lunes por aviones de Estados Unidos en el enclave kurdo sirio de Kobani, reveló ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Según la ONG, dos paracaídas con armamento y material sanitario cayeron en las afueras de zonas bajo el control del Estado Islámico. Los extremistas consiguieron hacerse con la carga de uno de los paracaídas pero, según informaciones de las que dispone el Observatorio, el segundo podría haber sido destruido por la aviación de la coalición internacional antes de que los radicales retiraran las armas y el material.
La madrugada del lunes, aviones C-130 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses lanzaron los suministros, facilitados por el Gobierno de la región autónoma del Kurdistán de Irak, para el abastecimiento de las Unidades de Protección del Pueblo, la milicia kurda que resiste en el enclave de Kobani el ataque del EI.
Asimismo, Turquía anunció que permitiría el paso por su territorio de peshmergas, fuerzas kurdo iraquíes, para que pudieran entrar en Kobani para defenderla. El EI inició el asalto a esta localidad kurdo siria el 16 de septiembre y actualmente domina una tercera parte de su superficie. Kobani, que es uno de los tres principales enclaves kurdos de Siria, está rodeado por todos los lados por los yihadistas, excepto por el norte, por donde limita con Turquía. Las otras dos regiones kurdas sirias son Afrín, ubicada en la provincia de Alepo, al igual que Kobani, y Al Yazira, en Al Hasaka.
Rebeldes sirios Mientras los kurdos solo han contado hasta ahora con el apoyo de la coalición internacional liderada por EEUU para defender el enclave de Kobani, en la frontera entre Siria y Turquía, donde los rebeldes sirios son reticentes a intervenir pese a que comparten el mismo enemigo: el grupo yihadista Estado Islámico (EI). Tan solo un grupo del Ejército Libre Sirio (ELS), la Brigada de los Revolucionarios de Al Raqa, se ha trasladado a la ciudad kurdo siria para luchar junto a las milicias kurdas y defenderla del ataque de los extremistas, iniciado a mediados de septiembre.
“Hay algunos combatientes del ELS que se enfrentan al EI junto a las Unidades de Protección del Pueblo kurdo en Kobani, pero no hay más porque los kurdos decidieron separarse”, afirma en declaraciones a Efe el coronel del ELS, Qasem Sadedín.
El oficial rebelde se refiere a la decisión de los kurdos de formar este año una administración autónoma en Siria en sus tres regiones principales -Kobani, Afrín y Al Yazira-, independiente del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, y del Gobierno interino de la oposición. Anteriormente, tampoco había una gran colaboración entre los insurgentes y los kurdos, que han resistido prácticamente solos el avance de los yihadistas por las áreas donde son mayoría.
Para el portavoz del opositor Ejército del Islam, Abu Huzaifa, los rebeldes no han acudido a defender Kobani “primero porque hay que entrar desde Turquía, ya que la ciudad está rodeada por el EI y es imposible acceder por otro lado”. Y “segundo, los kurdos no son rebeldes, para mí son tan malos como el EI, ellos colaboran con el régimen (de Damasco) en Al Hasaka y tienen milicias del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), creadas por Bachar al Asad”, asegura.
La vinculación de la principal formación política kurdo siria, el Partido de la Unión Democrática (PYD), con la guerrilla separatista kurdo turca, PKK, históricamente próxima a Damasco y opuesta a Ankara, condiciona la percepción de los rebeldes sirios. Aun así, los responsables políticos kurdos en Siria niegan cualquier tipo de relación con el Gobierno de Al Asad. “Nosotros luchamos por una Siria independiente y democrática”, asegura el portavoz del PYD, Nauaf Jalil.