Dublín - El Sinn Féin se mostró ayer dispuesto a "revaluar" su apoyo a la Policía de Irlanda del Norte (PSNI) si presenta cargos contra su presidente, Gerry Adams, por el asesinato de una mujer católica cometido por el IRA en 1972, lo que sumiría en una grave crisis al proceso de paz. Esta velada amenaza de la formación, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), se produce después de que se confirmara que la PSNI había solicitado al juez un permiso para extender el periodo de detención de Adams, quien está siendo interrogado desde el miércoles en una comisaria de Antrim, al norte de Belfast.
Tras cumplirse el periodo de detención máximo de 48 horas, las fuerzas del orden, que por no han presentado cargos, tenían que pedir una prórroga judicial, que puede conceder hasta 28 días más de acuerdo con la ley antiterrorista del Reino Unido.
El número dos del Sinn Féin y viceministro principal norirlandés, Martin McGuinness, aseguró ayer que ni él ni sus correligionarios van a tomar una decisión "a la ligera", pero advirtió de que "reflexionarán" sobre su política de apoyo hacia la PSNI si al final acusa a Adams de algún delito relacionado con ese caso.
Tras la firma del acuerdo del Viernes Santo (1998), que puso fin a casi 30 años de conflicto armado, el proceso de paz norirlandés avanzó con dificultades por las reticencias del Sinn Féin para reconocer la autoridad de la Policía y el sistema judicial de la región del norte de Irlanda.
Cuando por fin dio ese significativo paso en 2007 se sentaron las bases para que la formación republicana y el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), liderado entonces por el reverendo Ian Paisley, decidieran formar al año siguiente un Gobierno de poder compartido.
McGuinness instó ayer a los republicanos a "mantener la calma", pero recordó que la formación "reflexionará" y "revaluará" su posición respecto a la PSNI si Adams es acusado en relación con el citado asesinato.
Jean McConville, de 37 años, viuda y madre de 10 hijos, fue sacada a la fuerza de su domicilio de Belfast por miembros del IRA y ejecutada por espiar para las fuerzas de seguridad británicas, una acusación que se demostró que era falsa.
Su cadáver fue después enterrado en una playa del condado irlandés de Louth, en la frontera con el Ulster, pero no apareció hasta 2003, cuatro años después de que el IRA reconociese públicamente su autoría y diese pistas sobre su paradero.
Adams, quien ha negado su implicación en ese crimen y lo ha calificado de "injusticia", se presentó voluntariamente en una comisaria de Antrim, al norte de Belfast, hace dos días para entrevistarse con la PSNI, que procedió después a su arresto.
Desde entonces, el Sinn Féin ha acusado a sectores de la PSNI y a elementos radicales del unionismo de la región irlandesa de "maniobrar políticamente" para perjudicar a la formación ante las elecciones locales y europeas de este mes.
Pesos pesados de la formación como su vicepresidenta, Mary Lou McDonald, o McGuinness, excomandante del IRA, han asegurado que "elementos siniestros" en la PSNI están conspirando con "enemigos del proceso de paz" para entorpecer la vía democrática.
"Ayer dije que el momento elegido para detener a Gerry Adams respondía a un motivo político. La decisión tomada ahora por la PSNI de pedir una extensión confirma mi opinión", declaró McGuinness, quien reiteró que la detención de su líder crea "una situación muy, muy grave". "Creo que Gerry Adams será totalmente exonerado. ¿Que si estoy enfadado? Sí, lo estoy, pero es un enfado controlado", zanjó el viceministro principal. Londres y Dublín reconocieron ayer las dificultades que la detención del presidente del Sinn Féin podría crear para el proceso de paz, pero defendieron la actuación de las fuerzas del orden.
La ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, dijo que el primer ministro, el conservador David Cameron, y ella misma están "preocupados". Desde hace meses, cuestiones como el legado del pasado, las banderas o los desfiles protestantes mantienen divididos y enfrentados a los partidos, que en diciembre rechazaron una propuesta de acuerdo presentada por el exdiplomático estadounidense Richard Haass.
A las tensiones creadas por esos asuntos, que se traducen en ocasiones en serios enfrentamientos, hay que añadir la actividad de los grupos escindidos del IRA, opuestos al proceso de paz, cuya amenaza Londres califica de real. "Por eso insto a todo el mundo a que reaccione con calma. Todavía quedan problemas por resolver, pase lo que pase", dijo Villiers en relación a la detención de Adams.
justicia, "hasta donde pueda" El fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, aseguró ayer que, aunque "siempre habrá opiniones válidas" en casos como el suscitado por la detención de Gerry Adams, "la Justicia, en aplicación de las normas, tiene que llegar hasta donde pueda".
Calparsoro hizo esta reflexión en una entrevista concedida a Onda Vasca, al ser preguntado sobre la detención de Adams. El representante del Ministerio Público explicó que en la actualidad Adams "es un hombre absolutamente integrado en el sistema legal" que "no es el mismo" que el de hace 30 o 40 años, y que niega haber tendido "nada que ver" con esta muerte que además ha calificado de "injusta". Una situación que, en opinión de Calparsoro, puede suscitar un debate "muy polémico" que, a su juicio, también podría darse en Euskadi, ya que "por un lado la Justicia tiene sus tiempos, sus procedimientos y sus normas" y por el otro se encuentra "la situación política".