Kiev - Ucrania seguirá la ofensiva lanzada la pasada madrugada en el sureste rebelde por las fuerzas armadas, con el apoyo de blindados y helicópteros, para retomar el control de Slaviansk, bastión de los separatistas y donde siguen secuestrados media docena de observadores militares europeos. El presidente interino, Alexandr Turchinov, afirmó que Slaviansk ha quedado totalmente rodeada por el Ejército y que en el curso de la operación, los militares ucranianos sufrieron dos muertos y siete heridos, mientras que por parte de los sublevados "hay muchos muertos". Señaló que la operación no se desarrolla tan rápido como sería de desear porque tiene lugar en zonas habitadas, donde en algunos casos la población local se ha situado delante de los blindados para impedirles el paso.

El alcalde de Slaviansk y líder de la sublevación, Viacheslav Ponomariov, anunció por la mañana el inicio de la ofensiva, que después fue confirmada por el Ministerio del Interior ucraniano. Según los datos difundidos por ambos lados, el parte de bajas ascendía a dos militares ucranianos, tres milicianos prorrusos y dos civiles muertos.

El líder de las llamadas "fuerzas de autodefensa", Igor Strelkov, señaló que la ciudad fue bloqueada por las tropas ucranianas, que emplearon 20 helicópteros en la ofensiva. "Todas las carreteras están cortadas, y desde todas las direcciones llegan blindados y soldados... Han empleado contra nosotros hasta 20 helicópteros, de combate o de transporte de tropas. El enemigo ha bloqueado la ciudad por completo, las entradas y las salidas", dijo Strelkov en el canal ruso de televisión Rossia 24.

Los insurgentes anunciaron el derribo de dos de los helicópteros, y el Ministerio ucraniano del Interior confirmó que dos de sus aparatos fueron alcanzados y abatidos por misiles tierra-aire disparados desde lanzaderas móviles y que otro quedó destruido.

"En la madrugada del 2 de mayo, en la zona de Slaviansk de la región de Donetsk, fueron abatidos dos helicópteros Mi-24 de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que realizaban patrullas aéreas. Como resultado de los disparos, dos militares murieron, y varios fueron heridos de diversa consideración", señaló el ministerio de Interior.

Antes, el titular de la cartera, Arsen Avakov, había informado de que la operación para retomar Slaviansk seguía en marcha y que se registraron "muertos y heridos" en enfrentamientos en la ciudad entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos. Avakov señaló también que las fuerzas ucranianas controlan ya nueve de los puestos de control que antes estaban en manos de los prorrusos y que "tienen lugar verdaderos combates con armas pesadas".

Civil aplastado por blindados Ponomariov, por su parte, dijo que en los enfrentamientos murieron tres milicianos prorrusos, así como dos civiles, en declaraciones al canal de televisión Dozhd. Uno de los civiles habría muerto aplastado por uno de los blindados, según informaciones de distintos medios.

Ponomariov también aseguró a la televisión que milicianos del ultranacionalista Sector de Derechas ucraniano desembarcaron en las afueras de Slaviansk de un helicóptero, una información que fue ampliamente difundida ayer por medios rusos.

Slaviansk se ha convertido en el bastión de la sublevación prorrusa en el sureste de Ucrania contra el Gobierno de Kiev. En esta ciudad siguen retenidos seis inspectores militares europeos y un intérprete, acusados por los separatistas de espiar para la OTAN.

Vladimir Lukin, enviado del presidente ruso, Vladimir Putin, llegó ayer a la zona para tratar de lograr la liberación de los observadores, mientras el Ministerio de Exteriores ucraniano se quejó de no haber sido informado del viaje.

Mientras se desarrolla la operación militar en el sureste, en la ciudad de Odessa estalló ayer una batalla campal entre manifestantes prorrusos y proucranianos. Cuatro personas murieron, una de un disparo, y al menos una decena resultaron heridas en los enfrentamientos, según medios locales y periodistas.

Rusia y Estados Unidos cruzaron hoy duras acusaciones sobre Ucrania en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Moscú aseguró que Washington y la UE impiden cualquier solución pacífica al apoyar las operaciones militares de Kiev.

Rusia, que solicitó una reunión de urgencia del Consejo, acusó a las autoridades ucranianas de "violar" los acuerdos de Ginebra y de utilizar tanques y helicópteros "contra manifestantes". "Si estas aventuras criminales no se detienen rápidamente, será inevitable que haya consecuencias catastróficas", advirtió el embajador ruso, Vitaly Churkin.

El representante de Moscú, tal y como había hecho previamente su Ministerio de Exteriores, afirmó que durante las operaciones emprendidas por Kiev en la ciudad de Slaviansk "se oyó inglés entre quienes atacaban", dando a entender que había efectivos occidentales involucrados.

Churkin calificó de "inadmisible" cualquier intervención extranjera en Ucrania y acusó a EEUU y la UE de haber "aniquilado" cualquier posibilidad de aplicar lo pactado en Ginebra y resolver el conflicto por esa vía pacífica.

La embajadora estadounidense, Samantha Power, replicó con un duro discurso en el que acusó a Moscú de "desestabilizar, amenazar y aterrorizar" Ucrania y de mantener un discurso en favor de la paz que no tiene nada que ver con sus acciones.