Jerusalén- Israel puso fin ayer, apenas cinco días antes de que expirara el plazo previsto, al agonizante proceso de paz que mantenía con los palestinos bajo mediación estadounidense, un día después del anuncio de un acuerdo de reconciliación entre Al Fatah y Hamás. La decisión fue adoptada de forma unánime por los ministros del denominado Gabinete de Seguridad, que celebraron una reunión convocada con carácter de urgencia de más de cinco horas. "El gabinete ha decidido esta tarde y de forma unánime que el Gobierno de Israel no lleve a cabo negociaciones con el Gobierno palestino", indicó un comunicado remitido a los medios.
El texto insiste en que el liderazgo palestino se ha inclinado del lado del movimiento islamista Hamás, "una organización terrorista que pide la destrucción de Israel", y adelanta que el Ejecutivo israelí responderá a las "medidas unilaterales adoptadas por la Autoridad Palestina" con una serie de sanciones que no especifica. La decisión israelí se produce después de que, el miércoles, el movimiento nacionalista Al Fatah, que lidera el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, y Hamás, acordaran formar un gobierno de unidad nacional antes del 1 de junio, así como la convocatoria de elecciones generales previstas, previsiblemente, para enero de 2015. De esta manera, Israel parece sellar el certificado de defunción del proceso patrocinado por Estados Unidos, que se inició a finales de julio de 2013 y cuyo plazo límite expiraba la próxima semana. Pese a haber celebrado decenas de encuentros en Jerusalén y Jericó, las conversaciones entraron en barrena en noviembre pasado. Y todo pese a los denodados esfuerzos de Washington, y en particular del secretario de Estado, John Kerry, que ha tratado de reanimar el proceso con una prórroga más allá del 29 de abril ante la imposibilidad de lograr un acuerdo marco entre las partes.
Pasos unilaterales En el último mes las dos partes han dado pasos unilaterales que dejaron sentenciado el diálogo y precipitado su final. A finales de marzo, Israel anunció que cancelaba la liberación de la última tanda de presos que cumplían condena por delitos anteriores a 1993 (año de la firma de los Acuerdos de Oslo, que articulan todo el proceso negociador palestino-israelí), además de la construcción de cientos de viviendas en las colonias. Y siguió la firma por parte de Abbas de quince solicitudes para acceder a otros tantos tratados y convenciones internacionales.
En una reunión el martes con periodistas israelíes, el líder palestino insistió en que sigue comprometido con la paz y la solución de dos estados, pero que antes Israel debe comprometerse a delimitar las fronteras en un plazo de tres meses y cesar la construcción en asentamientos además de liberar a los presos. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que encabezó el Gabinete de Seguridad, volvió a insistir ayer en que "en lugar de elegir la paz, Abu Mazen (Abbas) ha formado una alianza con la organización terrorista que llama a la destrucción de Israel". Acusó al dirigente palestino de rechazar el acuerdo marco propuesto por Estados Unidos o siquiera abordar el reconocimiento de Israel como Estado nacional del pueblo judío, además de violar los acuerdos existentes al solicitar su adhesión a tratados internacionales y luego formar una nueva alianza con Hamás. Israel ya anunció el 10 de abril que iba a congelar la transferencia de unos 80 millones de euros en impuestos que colecta para la ANP y suspendió la cooperación con los palestinos en todos los frentes, excepto en materia de seguridad.