kiev - El presidente ucraniano, Alexandr Turchinov, acusó al ruso, Vladimir Putin, de intentar "destruir la Ucrania independiente" y denunció que su objetivo "consiste no sólo en apoderarse de parte del territorio de Ucrania, sino en desestabilizar la situación en todo el país". Con respecto a los acuerdos de Ginebra, el departamento de Estado norteamericano advirtió ayer con consecuencias si Rusia no cumple con lo pactado, algo que ha puesto en duda el propio presidente de EEUU, Barack Obama. Rusia se ha comprometido a persuadir a las milicias prorrusas de que depongan las armas y desalojen los edificios públicos ocupados en varias ciudades del este de Ucrania, donde viven varios millones de rusos étnicos. Pero el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, acusó ayer al Gobierno de Kiev de no mover "un solo dedo para eliminar las causas de fondo de esta profunda crisis". "El acuerdo de Ginebra no sólo no se cumple, sino que se dan pasos, en primer lugar por los que usurparon el poder el Kiev, que lo contravienen flagrantemente", aseguró.

Lavrov recordó que uno de los puntos del acuerdo de Ginebra es la amnistía a los participantes en las protestas, pero que en lugar de ello las autoridades de Kiev "continúan deteniendo a los dirigentes políticos del sureste de Ucrania". Y responsabilizó directamente del tiroteo del domingo a los ultranacionalistas ucranianos, aunque el Sector de Derechas, la fuerza de choque en los disturbios de Kiev que llevaron al cambio de Gobierno a fines de febrero, ha negado cualquier implicación.

La misión de la OSCE, encargada de velar por el cumplimiento de los acuerdos de Ginebra, logró ayer acceder a la localidad de Slaviansk (Donetsk), uno de los baluartes de los rebeldes y donde rige un toque de queda, para investigar el tiroteo.

El jefe de la diplomacia rusa también acusó a Washington de "hacer la vista gorda ante las arbitrariedades de este régimen (el Gobierno de Kiev) y de los guerrilleros en los que se apoya". Lavrov observó también que los rusohablantes del sureste de Ucrania ponen a Rusia "en una situación muy difícil" con sus llamamientos a desplegar fuerzas de pacificación rusas para que se interpongan entre ellos y el Ejército ucraniano.

la alternativa de yanukovich A su vez, el ex presidente ucraniano Viktor Yanukovich, destituido el 22 de febrero y exiliado en Rusia, demandó ayer la inmediata retirada del Ejército y la guardia nacional del sureste de Ucrania con el fin de evitar una guerra civil. "Ustedes están a un paso del derramamiento de sangre. La sangre no se quita. ¡Basta! La gente se siente ultrajada. Habéis llamado a millones de personas terroristas. La gente ya no tiene otra opción que defender sus derechos", defendió. Yanukovich, instó al Gobierno de Kiev a abrir negociaciones con los líderes de las milicias prorrusas. "El inmediato retorno de todas las Fuerzas Armadas a su habitual lugar de emplazamiento", planteó Yanukovich como el primer paso, tras lo que debería entablarse un "diálogo pacífico" con los líderes elegidos por las regiones orientales que se han sublevado contra el Gobierno central.

En su cuarta declaración pública desde que fuera derrocado y se exiliara en el sur de Rusia, Yanukovich insistió en la necesidad de que cada región tenga derecho a organizar un referéndum sobre la federalización de Ucrania y la ampliación de sus competencias. Además, en su opinión, debería celebrarse un referéndum nacional sobre el modelo de Estado.