Ginebra - La violencia y actos de intimidación por razones nacionalistas o de pertenencia a cierto grupo étnico o religioso son "raros" en Ucrania, confirmó ayer la experta de la ONU sobre cuestiones de minorías, desmintiendo de esta forma el supuesto maltrato contra los rusohablantes en ciertas regiones. "Una aplastante mayoría de grupos minoritarios y otros a los que he consultado han descrito relaciones interétnicas e interreligiosas armoniosas y en condiciones de no discriminación en todas las esferas de la vida", dijo ayer la experta de la organización, Rita Izsak.
Esta declaración de Izsak, efectuada en la víspera de la reunión ministerial en Ginebra entre Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea para rebajar la fuerte tensión en el este del primer país, coincide con las conclusiones de una misión de derechos humanos de la ONU que visitó el país el pasado mes. "No tenemos ninguna evidencia creíble que justifique las preocupaciones por parte de la población rusohablante en el este de Ucrania", señaló ayer a ese respecto uno de los responsables de esa misión.
La relatora se explayó ayer sobre este tema y aseguró que "la actual situación de derechos humanos de las minorías en Ucrania y las condiciones políticas, civiles, económicas, sociales y culturales en las que viven no pueden justificar ninguna acción violenta ni el apoyo a las mismas".
Los grupos prorrusos que se han levantado contra el Gobierno de Kiev y han tomado edificios públicos han explicado que sus acciones responden a la supuesta discriminación que sufren, después de que, entre otras medidas, las nuevas autoridades suprimieran la oficilialidad del ruso en las zonas rusohablantes. - Efe