SHANGHAI. "Estamos confiados en que sabemos la posición de la grabadora del vuelo de la caja negra, con un margen de algunos kilómetros", aseguró públicamente Abbott.

Aun así, advirtió, "tener confianza en la posición aproximada de la caja negra no es lo mismo que recuperar restos a casi cuatro kilómetros y medio de profundidad, o que determinar finalmente todo lo que pasó en ese vuelo", dijo durante una recepción en Shanghái, antes de viajar a Pekín para ver hoy al presidente chino Xi Jinping.

Abbott recordó además que la desaparición de ese avión "es uno de los grandes misterios de nuestro tiempo" y que el rastreo "probablemente es la búsqueda más difícil de toda la historia humana".

Con todo, "en medio de la tragedia, sin embargo, hay esperanza", añadió, al alabar la acción colectiva de distintos países para localizar el aparato desaparecido en una zona de búsqueda muy amplia en el mar.

Se espera que unos 15 aviones y 13 barcos busquen hoy el aparato desaparecido cerca de la zona donde el jueves un AP-3C Orion australiano detectó una nueva posible señal de la caja negra que se intenta localizar.

Abbott se encuentra en China para una visita oficial de cuatro días, dentro de la cual está previsto que se reúna esta misma tarde con el presidente chino Xi Jinping en Pekín, cuando se espera que ambos hablen de este tema.

El avión desaparecido, con 239 personas a bordo, despegó de Kuala Lumpur el 8 de marzo en ruta a Pekín, aunque desapareció de los radares poco después de abandonar el espacio aéreo malasio.

Las baterías de la caja negra del aparato, cuyos datos podrían aclarar lo sucedido con el avión, están preparadas para durar cerca de un mes, por lo que se teme que se consuman muy pronto y la caja deje de emitir entonces su señal de localización.