ginebra. Las potencias que negocian con Irán un acuerdo para garantizar los fines pacíficos de su programa nuclear tienen el objetivo de alcanzar un acuerdo preliminar de seis meses, tiempo durante el cual se negociaría un acuerdo integral de largo plazo. Así lo confirmó ayer un alto funcionario de la diplomacia de Estados Unidos, que participa con Rusia, Reino Unido, Francia, China y Alemania en las negociaciones con Irán, que se reanudaron ayer en Ginebra.

Respecto a las sanciones económicas que pesan sobre Irán, si acepta poner bajo control internacional sus actividades nucleares, la fuente aseguró que se contempla que el alivio sea "bastante pequeño".

Se trata de medidas que "no menoscabarán la arquitectura de las sanciones, que deben mantenerse hasta que se alcance un acuerdo integral, agregó. Negó también que el levantamiento parcial de las sanciones pueda provocar el retorno acelerado de inversores o agentes económicos a Irán. "Beneficios económicos de largo plazo sólo se conseguirán a través de un acuerdo completo, no creo que el mundo de los negocios se precipite sobre la base de un acuerdo de seis meses", explicó el funcionario, quien pidió no ser identificado.

Sobre esta cuestión, que preocupa a varios sectores políticos estadounidenses que desconfían de la buena voluntad del Gobierno iraní, el funcionario indicó que mientras las negociaciones de más largo plazo no concluyan "haremos cumplir la mayoría de nuestras sanciones, que se mantendrán en pie".

"puede resolverse" Sobre la posición de principio que mantiene Irán de que se reconozca su derecho de enriquecer uranio para fines civiles, el diplomático consideró que este asunto puede resolverse dentro del acuerdo que se negocia. "Sí, este es un asunto que puede ser resuelto, pero si se logrará, no lo sé", declaró.

EE.UU. considera esencial que un eventual acuerdo incluya "todas las instalaciones de enriquecimiento de uranio presentes y futuras, aunque esperamos que no haya ninguna más", así como su custodia, aspectos relacionados con las reservas existentes y mecanismos de verificación y vigilancia".

El funcionario confirmó que las negociaciones son duras, pero que existe una expectativa real entre los negociadores de que un acuerdo es posible. Describió las deliberaciones con la contraparte iraní como "difíciles y duras", con "momentos de tensión".