París. La primera dama francesa, Valérie Trierweiler, salió ayer en defensa de la alumna gitana expulsada la semana pasada tras haber sido detenida durante una excursión escolar, alegando que hay ciertas fronteras que no se deben cruzar. "La escuela es un lugar de integración, no de exclusión", indicó a la prensa desde Angers, en el oeste de Francia, asegurando que "la puerta de la escuela" es una de esas "fronteras" que deberían ser respetadas.
La niña expulsada, Leonarda Dibrani, de 15 años de edad, cursaba tercero en el colegio André Malraux de Pontarlier y se dirigía con sus compañeros de clase y sus profesores el pasado 9 de octubre a visitar la ciudad de Sochaux, cerca de la frontera suiza, cuando fue detenida para, posteriormente, ser deportada a Kosovo. Trierweiler no quiso pronunciarse ayer sobre "el fondo" del caso, ni expresarse sobre su hipotético regreso a Francia, pero sí dejó claro que la joven "no es responsable de lo que haya podido hacer su padre".
Kosovares no, italianos El padre, de origen kosovar, ha contribuido a la polémica al afirmar en la prensa que tanto su mujer como cinco de sus seis hijos, incluida Leonarda, nacieron en verdad en Italia, pero decidieron mentir sobre sus orígenes ante las autoridades de inmigración para tener más posibilidades de obtener el asilo.
Los resultados de la investigación sobre la detención de la alumna estaba previsto que fueran entregados al Gobierno esta pasada noche, y el Ejecutivo se pronunciará al respecto este fin de semana, bien a través del primer ministro, Jean-Marc Ayrault, o del controvertido ministro del Interior, Manuel Valls.
Mientras, los estudiantes de enseñanza secundaria intensificaron ayer sus protestas contra la deportación de su compañera de clase inmigrante indocumentada bloqueando la entrada a varias escuelas en París. Por segundo día consecutivo, miles de estudiantes franceses se manifestaron ayer contra la deportación de compañeros de escuela. En el este de París, una marcha de protesta paralizó temporalmente el tráfico.
En el liceo Arago, en el distrito Nation, los profesores que acudían a dar clases tuvieron que abrirse paso en la mañana en medio de una multitud de alumnos que los abucheaba para poder acceder al edificio por la entrada para profesores. La entrada para los estudiantes estaba totalmente bloqueada. Más de 100 estudiantes se manifestaron frente al edificio. "Arago muestra su solidaridad", decía una pancarta enarbolada por uno de los manifestantes.