Johannesburgo. El expresidente sudafricano Nelson Mandela ha experimentado una "gran mejoría" respecto a su estado de los últimos días, pero "sigue estando clínicamente mal", declaró ayer la exesposa del antiguo estadista, Winnie Madikizela-Mandela. "Ha habido una gran mejoría respecto a hace unos días, pero sigue estando clínicamente mal", dijo a los reporteros la segunda esposa de Mandela ante la casa que ambos compartieron en Soweto, convertida hoy en museo. La que fuera también activista contra el régimen racista del "apartheid" ha visitado a su exmarido prácticamente cada día en el hospital donde está ingresado desde el 8 de junio por problemas respiratorios.

Mientras, el presidente estadounidense, Barack Obama, llegaba ayer alrededor de las 20.00 hora local a Sudáfrica procedente de Senegal, y comenzará hoy en Pretoria su visita oficial de dos días al país austral.

El avión de Obama aterrizó en la base militar de Waterkloof, cerca de Pretoria, donde el presidente fue recibido por la ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Maite Nkoane Mashabane.

Tras recibir el saludo de la guardia de honor sudafricana y mantener una breve conversación con la ministra, Obama subió con su esposa, Michelle, y sus dos hijas, Malia y Sasha, al helicóptero presidencial para trasladarse a su hotel.

Según el Gobierno sudafricano, no está previsto en principio que Obama visite durante su estancia en el país a Mandela, debido al delicado estado de salud de este último.

Los actos oficiales de Obama en Sudáfrica comenzarán hoy con una reunión con el presidente sudafricano, Jacob Zuma, en Pretoria y una rueda de prensa conjunta. El encuentro servirá para tratar asuntos bilaterales en campos como el comercio y las inversiones, la educación, la sanidad, la cooperación para el desarrollo y la seguridad, según informó la presidencia.