buenos aires. La Justicia argentina condenó ayer a cadena perpetua al último dictador del país, Reynaldo Bignone, por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención de la guarnición militar de Campo de Mayo, a las afueras de Buenos Aires. Junto a Bignone, el Tribunal Oral Federal 1 de la localidad bonaerense de San Martín condenó también a la pena máxima al excomandante de Institutos Militares Santiago Omar Riveros y a los represores Luis Sadi, Eduardo Corrado y Carlos Tomás Macedra al considerarlos responsables de los delitos cometidos contra 23 víctimas, entre ellas siete mujeres embarazadas que dieron a luz en Campo de Mayo y que permanecen desaparecidas.

Los demás exmilitares acusados recibieron penas de entre 25 y 16 años de cárcel: Carlos Somoza (25 años), Hugo Castagno Monge (20 años), Julio San Román (20 años) y Eugenio Guarañabens Perelló (16 años).

Finalmente, el tribunal condenó a 15 años de cárcel al exoficial de inteligencia Carlos del Señor Hidalgo Garzón y a 12 años de prisión a su esposa, María Francisca Morillo, por la apropiación de Laura Catalina de Sanctis Ovando, cuya identidad fue restituida en 2008.

Las sentencias fueron recibidas con vítores y aplausos por los familiares de los desaparecidos, allegados y activistas de los derechos humanos que se encontraban presentes en la sala. Tras la lectura del veredicto, los magistrados Héctor Sagretti, Daniel Cisneros y Daniel Petrone dictaron la detención de todos los condenados y anunciaron que la lectura de los fundamentos de la sentencia se realizará el próximo 14 de mayo.