Newtown. Las escuelas de Newtown, en Conneticut, reabrieron ayer sus puertas en medio de la tristeza, el trauma y la conmoción que aún sienten sus vecinos tras la masacre del viernes. Cuatro días después de que Adam Lanza, de 20 años, irrumpiese en la escuela elemental de Sandy Hook y asesinara a una veintena de niños y seis adultos, los alumnos regresaron a clase. Pero nadie quiere volver al escenario de una de las mayores masacres de la historia de Estado Unidos, por lo que el edificio permanece cerrado y sus alumnos han sido reubicados en otro centro escolar en la localidad vecina de Monroe. Y mientras los habitantes de Newtown tratan de recuperar la normalidad, la gran pregunta sigue siendo la misma: ¿Qué llevó a Lanza a perpetrar la matanza? Y es que el joven no dejó notas ni cartas previas, como ha ocurrido en casos anteriores.

Todavía con la conmoción de lo sucedido el viernes, los medios estadounidenses se hicieron eco de una nueva matanza, esta vez en Colorado. La policía del Condado Weld encontró ayer a cuatro personas muertas en lo que parece ser un caso de homicidio y posterior suicidio. Se trata de dos hombres y dos mujeres, que al parecer tenían vínculos familiares. El portavoz policial Tim Schwartz explicó que una agente recibió una llamada en la que una mujer pedía ayuda.

Durante la conversación se escucharon gritos de "no, no, no" y disparos de un arma de fuego. Luego, un hombre tomó el teléfono y anunció que iba a matarse, tras lo cual se escuchó un nuevo disparo. El incidente ocurrió antes del amanecer en el barrio de Longview, 55 km al norte de la ciudad de Denver. Al llegar al lugar de los hechos, la policía encontró los cuerpos sin vida de tres adultos y un menor de edad, así como un arma de fuego.

Debate sobre las armas Tras la masacre de viernes, el debate sobre el control de armas ha vuelto al centro del debate, entre las promesas del presidente Barack Obama de impulsar una nueva legislación y el mutismo del mayor lobby armamentístico, La Asociación Nacional del Rifle. Usualmente muy activo, tras la matanza de Newtown, el grupo no ha publicado comunicado alguno ni en su página web ni en Twitter. En la red social, donde la Asociación Nacional del Rifle suele publicar noticias a diario, no hay ninguna entrada nueva desde el viernes. Ese mismo día también dejó de publicar en la web, donde la última noticia en la sección "ciudadanos armados" cuenta cómo dos empleados de una gasolinera dispararon contra un ladrón y lo mataron.

En medio de la polémica, el fondo de inversión Cerberus, uno de los mayores del mundo que gestiona una cartera de más de 15.000 millones de euros, anunció ayer que venderá su participación en Freedom Group, fabricante del rifle usado en la matanza.

"La tragedia de Sandy Hook ha sido un punto de inflexión que ha intensificado el debate sobre el control de armas a un nivel sin precedentes", señala Cerberus a través de un comunicado de prensa. El fondo explica que invirtió en la empresa en el año 2006 siguiendo criterios financieros y que, si bien la cuestión del control de armas debe ser tratada por gobernantes y legisladores, hay acciones que puede emprender una compañía. "Por ello hemos decidido emprender de forma inmediata un proceso formal para vender nuestra inversión en Freedom Group", explica.

El fondo compró en 2006 Bushmaster, la empresa fabricante del rifle semiautomático modelo AR-15 y, posteriormente, la fusionó con otros fabricantes de armas para crear Freedom Group. En la matanza, Adam Lanza usó un Bushmaster AR-15, la versión civil del M-16, un arma automática muy extendida en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Según las autoridades, el autor llevaba consigo varios cientos de balas para el rifle y las otras dos pistolas que portaba. Su madre, a quien asesinó previamente en su vivienda, tenía una pequeña colección de pistolas y rifles, y llevaba a sus hijos a prácticas de tiro. La personalidad de la madre del autor de la masacre, Nancy Lanza, es un misterio más dentro de las innumerables cuestiones que aún quedan por resolver. Algunos aseguran que era una preparacionista, persona que hace acopio de víveres y armas ante una eventual catástrofe o cataclismo económico; mientras que otros la describen como una mujer normal a la que simplemente le gustaban las armas de fuego, como es el caso de muchos estadounidenses.

Trabajo Con el debate de nuevo abierto en un país donde el derecho a la posesión de armas está recogido en la Constitución, la senadora demócrata Dianne Feinstein prevé presentar esta misma semana una iniciativa para prohibir ciertos modelos de armas de asalto, una propuesta que ayer recibió el apoyo del presidente. Asimismo, Obama pidió a varios miembros de su Gabinete que formulen propuestas para luchar contra la violencia causada por las armas. El mandatario se reunió con su vicepresidente, Joe Biden, así como con los secretarios de Educación, Arne Duncan, de Justicia, Eric Holder, y de Salud, Kathleen Sebelius. El objetivo de es encuentro fue "comenzar a buscar formas en las que el país pueda responder a la tragedia en Newtown", según un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo anonimato al diario The Washington Post.

El esfuerzo de formular y aglutinar propuestas estará liderado por Biden, quien durante sus años en el Senado abogó por controles más estrictos a la posesión de armas. Obama propuso el domingo cambios profundos en el país para evitar nuevas matanzas masivas como la que sufrió Newtown el viernes. El presidente reconoció que ninguna ley puede eliminar el mal ni prevenir la violencia, pero eso "no es una excusa para no actuar", y anunció que en las próximas semanas usará "todo el poder" de su cargo para lanzar una discusión en la sociedad estadounidense sobre "cómo prevenir tragedias como ésta".