JERUSALÉN. El Gobierno israelí anunció ayer la confiscación de los impuestos recaudados a los palestinos en represalia al reconocimiento por la ONU de Palestina como Estado observador. En total, Israel retendrá a la Autoridad Nacional Palestina unos 92,8 millones de euros y transferirá la partida a pagar parte de la deuda que el Gobierno palestino tiene con una Empresa Israelí de Electricidad. "No pienso transferir el dinero este mes, lo utilizaré para pagar las deudas que la ANP ha contraído con la empresa de electricidad", anunció ayer el ministro israelí de Finanzas, Yuval Steinitz, en la reunión semanal del Consejo de Ministros.
TASAS Y ARANCELES En virtud de los Acuerdos de París de 1995 y el protocolo económico de los Acuerdos de Oslo de 1993 la Hacienda israelí recauda todos los meses las tasas y aranceles aduaneros de los productos que entran al territorio palestino bajo su control.
La suma recaudada representa más de la mitad del exiguo presupuesto con que cuenta el Gobierno del primer ministro palestino, Salam Fayad, que en el último año atraviesa una severa crisis de liquidez.
Israel decidió que la recaudación del mes de noviembre, que debe ser transferida al Ejecutivo palestino alrededor del día 5, sea empleada para pagar la deuda que la ANP ha acumulado en los últimos años con la compañía eléctrica de Israel.
Se trata de una medida unilateral en línea con las amenazas que habían vertido los funcionarios israelíes si seguía adelante la campaña palestina en busca de reconocimiento internacional en la ONU, que Israel considera que vulnera los Acuerdos de Oslo.
Fuentes diplomáticas israelíes explicaron que el Ministerio de Finanzas no cobraba la cuenta de la luz en un "gesto de buena voluntad" hacia la ANP, pero que después de la votación en la ONU, no existe razón para no hacerlo.
PRÉSTAMO ESPECIAL La semana pasada la Empresa Israelí de Electricidad solicitó un préstamo especial a la banca para tapar un agujero de más de 201 millones de euros originado en parte por la deuda palestina. La recaudación de un solo mes no es suficiente para cubrirla.
Israel congeló en el pasado las transferencias de los fondos palestinos en respuesta a disensiones políticas, lo que le ha valido duras críticas por parte de la comunidad internacional.
La sanción económica se suma al anuncio a la construcción de 3.000 nuevas viviendas en asentamientos de Jerusalén Este y Cisjordania, en una área conocida como E1, que bloquea la continuidad territorial del futuro Estado de Palestina, medida que ha sido censurada por los palestinos y especialmente por Washington.
"El Estado de Israel, como Estado del pueblo judío, tiene el derecho a reclamar los territorios en disputa en la Tierra de Israel", afirmó un comunicado oficial de la Oficina del Primer Ministro israelí.