londres. El presidente sirio, Bachar al Asad, vendió a los servicios de Inteligencia franceses el número de teléfono vía satélite del dirigente libio Muamar Gadafi a cambio de que el Gobierno de Nicolas Sarkozy rebajara la presión sobre el régimen sirio por la represión de las protestas, según informa este lunes el diario británico Daily Telegraph.
Según un ex agente de Inteligencia en Trípoli, Rami El Obeidi, espías franceses que operaban en Sirte, ciudad natal de Gadafi y su último refugio, consiguieron tender una trampa al dictador tras obtener su número de teléfono vía satélite del Gobierno sirio. "A cambio de esta información, Al Assad obtuvo una promesa de un periodo de gracia por parte de los franceses y menos presión política sobre el régimen, que fue lo que ocurrió", explicó El Obeidi, ex jefe de los servicios de Inteligencia exterior de los rebeldes que derrocaron a Gadafi.
operación orquestada por parís Sin embargo, según la versión de El Obeidi, fue Francia la que orquestó prácticamente toda la operación, dirigiendo a los milicianos libios al lugar para emboscar el convoy de Gadafi. Asimismo, según el Telegraph, el ex espía asegura que Francia parecía poco interesada en el trato que recibiría Gadafi una vez capturado, aunque animó a los milicianos a apresarle con vida.
La Inteligencia francesa, explica, comenzó a seguir el teléfono satélite Iridium de Gadafi cuando éste llamó a uno de sus fieles, Yusuf Shakir, y a Ahmed Jibril, un dirigente miliciano palestino, en Siria. Como consecuencia de ello, determinaron su localización y comenzaron a seguir sus movimientos.
Aunque agentes de la Inteligencia militar de Turquía y de Reino Unido que estaban en Sirte en esa época fueron informados de los planes de emboscada de antemano, no participaron en ellos, según El Obeidi.
Por otro lado, el diario libanés Al Diyar señala en su web que el dictador libio Muamar al Gadafi enterró en el desierto una gran cantidad de oro. La información generó revuelo en Libia, sobre todo porque no hay indicios concretos sobre dónde podría estar el supuesto tesoro. El ex jefe de los servicios secretos libios con Gadafi, Abdullah Senussi, quien fue extraditado a principios de septiembre desde Mauritania a Libia, habría revelado la existencia de esa fortuna en los interrogatorios. Senussi habría subrayado sin embargo que sólo algunos sabrían dónde está.