PARíS. Los franceses mostraron ayer su repulsa a la austeridad y al tratado europeo de estabilidad en una masiva manifestación que recorrió las calles de París.
Más de 80.000 personas, según los organizadores, salieron a la calle para pedir un cambio de rumbo político tres días después de que el Gobierno socialista aprobara el presupuesto más austero en tres décadas y dos días antes de que el Parlamento comience a debatir el tratado europeo.
La policía no hizo estimaciones de participación al tratarse de una manifestación convocada por un partido político. La manifestación fue organizada por Frente de Izquierdas, una coalición de partidos de extrema izquierda, entre ellos el Partido Comunista de Francia (PCF), liderado por Jean-Luc Mélenchon.
El líder comunista se apresuró a aclarar que la de ayer no era una manifestación contra el Gobierno de izquierdas pese a que la mayor parte de las pancartas de los participantes criticaban a Hollande.
Los asistentes a la manifestación reprocharon a Hollande el no haber renegociado el tratado europeo de estabilidad tal y como había prometido en la campaña.
El líder del Frente de Izquierdas, que estuvo acompañado de figuras de la izquierda de otros países, destacó la importancia de detener el tratado europeo "para que la austeridad no sea la norma en toda Europa".
BATALLA CONTRA LOS RECORTES "No nos manifestamos contra el Gobierno, pero el anterior presidente decía que no escuchaba a la calle y ahora esperamos otra respuesta. Si los poderes públicos no tienen en cuenta lo que dice la calle, podremos decir que la democracia está más enferma de lo que pensábamos", afirmó Mélenchon.
El líder de la izquierda radical señaló que la manifestación de ayer fue la primera batalla contra la política de recortes y anunció otras nuevas si prosigue el proceso de ratificación del tratado europeo, que comenzará mañana en la cámara de diputados.
El Gobierno socialista no tiene garantizada la ratificación del tratado puesto que, aunque cuenta con mayoría absoluta en la cámara, una treintena de diputados mostraron de votar en contra.
La manifestación de ayer fue considerada un termómetro para conocer la fuerza real de los opositores al tratado europeo y los organizadores destacaron que se saldó con un rotundo éxito.