París. El Gobierno francés, respaldado por una amplia mayoría absoluta de los socialistas, prepara una mínima remodelación para afrontar una apretada agenda marcada en las próximas semanas por la crisis europea y los ajustes.
El primer paso, una mera formalidad, fue la dimisión del Ejecutivo esta mañana ante el presidente de la República, el socialista François Hollande, que volvió a encargar al primer ministro, Jean-Marc Ayrault, la formación de un nuevo Gobierno. Los ministros siguen en funciones hasta entonces, en espera de la vuelta a Francia de Hollande de la cumbre del G-20 en México.
Los analistas coinciden en que apenas habrá cambios, entre otras cosas porque todos los miembros del Ejecutivo que concurrían a las elecciones de ayer salieron victoriosos, con lo que ninguno tendrá que aplicarse la regla que había fijado el primer ministro Ayrault de renunciar al cargo. Un consejero del Elíseo citado por Libération avanzó que se esperan dos o tres ministros delegados suplementarios "de otras familias políticas que componen la mayoría", aunque el secretario nacional de los comunistas, Jean-Pierre Laurent, puntualizó que no se dan las condiciones para que miembros de su partido entren en el Gobierno.
Los socialistas con sus aliados directos lograron ayer 314 de los 577 diputados, el mejor resultado obtenido por los socialistas en la historia en la Asamblea Nacional , de forma que no serán imprescindibles para sus textos ni los 17 de los ecologistas, ni los 10 del Frente de Izquierdas (que incluye a los comunistas). Eso significa que tendrán margen parlamentario para aplicar medidas impopulares forzadas por la situación de crisis. Mientras, el Frente de Izquierda no pasa de los 10 escaños, por lo que no alcanzaría los 15 suficientes para tener grupo parlamentario, la extrema derecha (FN), con tres escaños.
decisiones para europa Por el momento Hollande tiene dos citas europeas cruciales, una de ellas se celebra el próximo viernes en Roma con la canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de Gobierno de España, Mariano Rajoy, y de Italia, Mario Monti; y la segunda el Consejo Europeo del 28 y el 29 en Bruselas. El presidente francés, en un documento enviado la semana pasada a Angela Merkel y otros mandatarios europeos, en la que desgrana su propuesta para poner en marcha a partir de junio políticas de crecimiento en la Eurozona. Les propone un plan de estímulo con un presupuesto de 120.000 millones de euros suplementarios que saldría de los fondos estructurales de la UE, del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y de bonos comunes emitidos por los veintisiete países miembros. Ese programa debería conseguir la aprobación del Consejo Europeo de finales de junio y desarrollarse "antes de final de año, especialmente con la creación de una tasa sobre las transacciones financieras". De los 120.000 millones de euros, un total de 55.000 millones tendrían que proceder de los fondos estructurales, una parte de los cuales deberían ser "desbloqueados" antes de fin de año. El plan de Hollande consiste en crear de un "proyecto de bonos", que consistiría en empréstitos comunes de los países europeos que servirían como seguro para las empresas privadas que lancen programas de inversión.
En el plano interior, la urgencia una vez que se haga pública la auditoría de las cuentas públicas a fines de mes o comienzos de julio será adoptar subidas de impuestos que permitan recaudar unos 10.000 millones de euros suplementarios para compensar el efecto sobre el déficit del deterioro de la actividad. Los esfuerzos anunciados por los socialistas deberían concretarse, entre otros, en un restablecimiento del Impuesto de Solidaridad sobre la Fortuna (ISF), la supresión de las exenciones de cotizaciones en las horas extraordinarias trabajadas o el incremento del tipo máximo en el impuesto sobre la renta hasta el 75% para los que ganan más de un millón de euros. Así, tras la rebaja de los sueldos del presidente, los ministros y los directivo de la empresas públicas, vino la confirmación de la retirada de las tropas francesas de Afganistán y la contrarreforma de la ley de pensiones.