oslo. El único detenido por la masacre de Noruega, Anders Behring Breivik, se reconoció ayer autor del doble atentado, que ha causado ya 93 muertos, en una jornada en la que el país nórdico, que sigue presa de la conmoción, rindió homenaje a las víctimas con un funeral de Estado. La Policía reconoció que tardó casi una hora en llegar a Utoyua y otros 20 minutos en reducir al asesino.

Breivik, un noruego de 32 años de ideología ultraderechista y acentuada islamofobia, admitió ante la Policía haber perpetrado en solitario el ataque con coche bomba de Oslo y el posterior tiroteo de la isla de Utoya, en la que murieron tiroteados al menos 86 jóvenes, e indicó que fue "atroz", pero "necesario".

Así lo explicó su abogado, Geir Lippestad, tras asistir al interrogatorio al que fue sometido Breivik, en el que no negó "nada de lo que hizo" y se prestó a colaborar con los agentes y el juez, que le interrogará hoy lunes.

matanza "necesaria" "Explicó la seriedad del asunto, la increíble amplitud de heridos y muertos. Su reacción fue asumir que era cruel ejecutar esos asesinatos, pero en su opinión era necesario", apuntó Lippestad sobre Breivik, que se enfrenta a una condena máxima de 21 años de cárcel, según el Código Penal noruego. Ahondando en sus motivos, ayer salió a la luz un "manifiesto" del agresor de 1.500 páginas escritas en inglés en el que practica un revisionismo histórico islamófobo, ataca el "multiculturalismo" y explica con un detalle enfermizo cómo los "auténticos" europeos van a recuperar el continente ante los musulmanes.

Según el jefe en funciones de la policía de Oslo, Sveinung Sponheim, Breivik declaró que "estaba solo, pero la demos comprobar todo lo que ha declarado". "Algunos de los testigos del tiroteo en la isla nos han declarado que no están seguros de que hubiera uno o más francotiradores", advirtió el jefe de la Policía.

Mientras tanto, los equipos de rescate continúan trabajando en las aguas que rodean la isla de Utoya y en los cuatro edificios gravemente dañados por el coche bomba en busca de más víctimas, ya que un número indeterminado de personas se encuentran desaparecidas.

críticas a las fuerzas de seguridad Las críticas a la actuación de las fuerzas de seguridad siguieron de forma paralela cobrando fuerza a lo largo del día, centradas en la pasividad inicial de la Policía y en el excesivo tiempo que necesitaron para llegar a Utoya, lo que agravó la tragedia.

En rueda de prensa, un portavoz policial reconoció que recibieron el primer mensaje de alerta sobre el tiroteo a las 17.26 horas pero que los primeros efectivos no llegaron a la isla hasta las 18.25 horas, ya que tuvieron primero que confirmar el aviso y luego conseguir una embarcación. También señaló que losagentes tardaron unos 20 minutos en reducir al asesino, que aún disponía de munición, e intención de seguir asesinando más jóvenes, cuando fue detenido. La Policía ha reconocido que, en principio, la isla estaba vigilada solamente por un agente de la policía. Según el periódico noruego VG, habría muerto durante el tiroteo.