Ginebra, 13 jul (EFE).- El número de niños con malnutrición severa en el sur de Somalia se ha duplicado desde marzo, hasta alcanzar los niveles más altos del mundo, lo que ha provocado que incluso los grupos armados islamistas que controlan la región hayan pedido que se reanuden las operaciones humanitarias en la zona.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció hoy que en las regiones somalíes de Bay y Lower Shabelle, dos de las más afectadas por la sequía en el "Cuerno de África", el 11 por ciento de niños menores de cinco años padecen malnutrición severa.

El grupo islamista Al Shabab que controla la zona y vinculado a Al-Qaeda, solicitó la semana pasada a las organizaciones humanitarias "musulmanas y no musulmanas" que presten asistencia a las víctimas de la sequía en Somalia, la más grave de los últimos sesenta años.

Esta petición se produjo un año después de que este mismo grupo impidiera a las organizaciones humanitarias trabajar en el sur de Somalia mediante la imposición de "contribuciones", amenazas de muerte o la prohibición de contratar a mujeres.

El CICR indicó hoy que, para hacer frente a la nueva crisis en Somalia, aumentará su presencia en el sur con diez nuevos centros de alimentación en las localidades de Bankool y Gedo y el corredor de Afgoy, que se sumarán a los 18 que ya tiene en el país y a 39 clínicas.

Asimismo, aumentarán los equipos móviles formados por enfermeras y nutricionistas que viajan a las zonas rurales más perjudicadas por la hambruna y se añadirá un programa suplementario de alimentación para los grupos más vulnerables, como son los menores de cinco años y las embarazadas.

El Programa Mundial de Alimentos informó hoy en un comunicado que está estudiando, junto con el Coordinador Humanitario de la ONU, la posibilidad de regresar al sur de Somalia "si las condiciones lo permiten y si la ONU otorga la autorización de seguridad necesaria para trabajar allí".

Esta agencia humanitaria destacó que, aunque abandonó el sur de Somalia, a principios del año pasado, ha seguido operando en la capital, Mogadiscio, y en el norte y centro del país, donde han prestado asistencia alimentaria a 1,5 millones de personas.