nueva york. Estados Unidos intensificó su ofensiva encubierta en Yemen, mediante el uso de más ataques con aviones de combate y no tripulados contra presuntos milicianos, de acuerdo con con las informaciones facilitadas por el New York Times.

Ciudadanos añaden que cuatro civiles también fallecieron en el ataque aéreo del pasado viernes. Semanas antes, Estados Unidos había tratado de matar a Anwar al Awlaki, el clérigo radical que lleva un año en el punto de mira de las fuerzas estadounidenses. Hasta entonces, el Pentágono llevaba casi un mes sin emprender este tipo de ofensivas en Yemen.

Las fuentes afirman que los servicios de Inteligencia estadounidense y saudí recibieron cierta información sobre posibles emplazamientos de milicianos y sus localizaciones. Añadieron que la magnitud de las revueltas yemeníes crearon el riesgo de que una parte filtre información falsa para que Estados Unidos dirija sus ataques contra la otra parte.

Efectivos de Al Qaeda se habrían mezclado con otros rebeldes y milicianos antigubernamentales, lo que a su vez puede facilitar que se produzcan daños colaterales.

Por otro lado, el embajador estadounidense en la capital de Saná, Gerald M. Feierstein, se reunió recientemente con líderes de la oposición, con la que discutió la continuación de las operaciones militares. El presidente del país, Alí Abdulá Salé, continúa en Arabia Saudí para recuperarse de las graves heridas sufridas la semana pasada en un atentado de la insurgencia.