Damasco. El Ejército sirio se desplegó ayer en las entradas de la ciudad de Deraa, en el sur, en un intento por parte de las autoridades de calmar las protestas que comenzaron el viernes pasado y que han dejado hasta el momento al menos cinco civiles muertos. Miles de personas asistieron ayer al funeral de Raed al Kerad, de 23 años, fallecido por disparos de las fuerzas de seguridad. Los asistentes corearon eslóganes reclamando más libertades políticas y el fin de la corrupción en el país, que gobierna Bashar al Assad. En la imagen, el edificio de los juzgados de Daraa tras ser incendiado durante los incidentes. Foto: efe