islamabad. El gobernador de la provincia paquistaní oriental de Punyab, Salman Tasir, blanco de los odios islamistas, fue asesinado ayer en Islamabad, escenario durante las horas previas de una frenética actividad política por la crisis parlamentaria de la que el Gobierno está intentando salir indemne.

Tasir se hallaba cerca de su vehículo cuando uno de sus guardas disparó contra él y acabó en el acto con su vida a las 16.00 horas locales, informó una fuente policial. El gobernador recibió nueve disparos.

El titular de Interior, Rehman Malik, confirmó que el guarda, identificado como Malik Mumtaz Hussain Qadri, pertenece a las fuerzas de seguridad punyabíes y tiene 26 años. "Durante la investigación, determinaremos si (el asesinato) fue una decisión personal o alguien lo instigó", declaró el ministro.

Fuentes policiales citadas por los canales de televisión Geo y Express precisaron que Qadri, que se entregó a la Policía, estaba integrado en las fuerzas de élite de Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad.

El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenó el atentado, anunció tres días de luto por su muerte, ordenó un funeral de Estado y canceló todos los actos oficiales.

Tasir era gobernador de Punyab, un cargo de carácter ceremonial (el poder ejecutivo recae sobre el jefe del Gobierno provincial), pero era una figura destacada en el panorama político paquistaní.

El ataque tuvo lugar justo cuando el líder opositor Nawaz Sharif se dirigía a la prensa en otro punto de Islamabad para explicar la estrategia de su partido en la actual crisis política, que dejó al partido de Tasir, el PPP, sin la mayoría absoluta necesaria en el Parlamento para sacar adelante su programa.

Tras la reunión de la cúpula de su formación, la Liga Musulmana-N, Sharif dijo que esperará 45 días para ver si hay "progreso" en los planes del Gobierno, al que pidió que tome medidas como luchar contra la corrupción y detener la inflación.

De lo contrario, Sharif amenazó con unirse a las fuerzas de la oposición o incluso forzar la salida del PPP de la provincia de Punyab, donde está aliado con su Liga-N.

Pese al carácter simbólico de su cargo, Tasir intervenía en todas las polémicas y la última crisis política que le tocó vivir no fue una excepción. "El apoyo del presidente Zardari al primer ministro ha silenciado una vez más los rumores de escisión de la cúpula del PPP. El Gobierno se queda hasta 2013", vaticinó en su último mensaje en Twitter.

Desde la muerte de la ex primera ministra Benazir Bhutto en Rawalpindi en diciembre de 2007, no se había registrado otro asesinato de una figura política paquistaní de primera línea. También militante del gobernante Partido Popular (PPP) y próximo al viudo de Benazir, el presidente Asif Alí Zardari, Tasir había intentado interceder en el caso de Bibi, condenada a muerte por proferir una supuesta blasfemia contra Mahoma.