LONDRES. El fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, obtuvo hoy la libertad condicional bajo fianza del tribunal londinense que tramita su extradición, pero deberá seguir en prisión preventiva hasta que se resuelva un recurso contra esa decisión del juez.
La puesta en libertad condicional de Assange, australiano de 39 años, depende de lo que se decida en ese proceso, si bien también hay otro condicionante que impediría su excarcelación inmediata, concretamente su capacidad para reunir el dinero de la fianza.
236.000 euros DE FIANZA
El abogado del experto informático, Mark Stephens, precisó hoy que su cliente deberá permanecer bajo custodia hasta que se reúna la fianza de 200.000 libras (236.000 euros) en efectivo impuesta por el juez Howard Riddle, de la Corte de magistrados de Westminster, como condición para dejarle en libertad.
Liddle impuso a Assange una fianza de un total de 240.000 libras (unos 282.720 euros), de las que 200.000 debían depositarse ante el tribunal, mientras que el resto podían ser garantías o avales.
"Hasta que no reunamos ese dinero, tendremos a un hombre inocente en prisión", dijo Stephens, y criticó las condiciones "dickensianas" y "orwellianas" del encarcelamiento de su cliente, que ha estado en una celda de aislamiento y sin recibir correspondencia en la prisión londinense de Wandsworth.
El letrado señaló que reunir esa cantidad no era tan fácil, ya que no se podía pagar con cheque -debe abonarse en efectivo- y su cliente no tenía acceso a Visa o a Mastercard.
APOYOS
El australiano ha recibido ya el aval -y por eso el juez le concedió la libertad condicional- de varios famosos del mundo del periodismo y la cultura, entre ellos el cineasta inglés Ken Loach, la millonaria Jemima Khan, el periodista de investigación australiano John Pilger, el escrito Hanif Kureishi y el director de cine estadounidense Michael Moore.
Otras condiciones fijadas por el juez Liddle para ponerle en libertad son que deberá llevar un brazalete electrónico de control, respetar un toque de queda y personarse en comisaría, entregar su pasaporte a la Policía y permanecer en un domicilio de Suffolk (este de Inglaterra) que había puesto a su disposición un amigo suyo hasta su próxima comparecencia en la corte, prevista para el 11 de enero.
Stephens dijo que su defendido estaba "muy satisfecho" con el dictamen de hoy del juez, y había expresado su "confianza en la Justicia británica".
GRAN EXPECTACIÓN
Además de decenas de periodistas, una multitud de simpatizantes de Assange se congregaron hoy a las puertas del tribunal londinense de Westminster para expresarle su apoyo, y recibieron con júbilo la noticia de que finalmente se le concedía la libertad.
La semana pasada, el mismo juez Liddle se la había denegado al aceptar los argumentos de la acusación de que había riesgo de incumplimiento.
Assange es reclamado por la Fiscalía sueca por supuestos delitos de agresión sexual contra dos mujeres cometidos el pasado agosto en ese país, cargos que él niega y a los que atribuye una motivación política.