sidney. Tres adolescentes neozelandeses fueron ayer rescatados por un atunero de Nueva Zelanda tras pasar 50 días en un bote a la deriva y sin comida en el océano Pacífico, informaron ayer los medios neozelandeses.

Los jóvenes, habían sido dados por muertos en sus propias familias de la comunidad de Atafu, en Tukelau. Iban a la deriva en un área donde los buques por lo general no navegan", indicó Tai Fredricsen, el primer oficial del atunero San Nikunau, que los rescató ayer, según los medios neozelandeses.

Los chavales habían partido el día 5 de octubre del atolón de Atafu y se encontraban a 1.300 kilómetros de distancia, en un área al noreste de Fiyi y al oeste de Uvea, en el territorio franco de las islas Wallis y Fortuna.

Al percatarse de la presencia del buque, los muchachos se levantaron y agitaron los brazos en el aire de manera "frenética", para llamar la atención, indicó Fredricsen. "Mantenían un razonable buen espíritu a pesar del tiempo que han estado en alta mar. Tenían quemaduras serias por el sol, pero sólo tuvieron que recibir primeros auxilios, sobre todo cremas para la piel", agregó el marino.

Se alimentaron de pescado y de una gaviota que se posó en la barca y pudieron atrapar, además de beber de agua que recogían de la lluvia.

Los chicos se propusieron navegar los 96,6 kilómetros que distancian dos islas de Tukelau y se perdieron en el Pacífico, dándoseles por muerto en sus lugares de origen, donde celebraron funerales por ellos.

En los últimos tres días se habían hallado tan desesperados por conseguir algo con lo que poder calmar la acuciante sed que empezaron a sorber agua del mar. "Eso es lo peor que podían haber hecho", subrayó el experimentado marino del San Nikunau.

El atunero tiene previsto atracar hoy en Suva, la capital de Fiyi, donde se les realizará un examen médico completo en un hospital.