Washington. Cada vez más estadounidenses piensan que la pena de muerte es "inmoral", según una encuesta que revela que un 61% de los votantes del país están a favor de reemplazar esa condena por otras, como la cadena perpetua. La encuesta, publicada ayer por la organización Centro de Información de la Pena de Muerte (CIPM) y realizada en mayo a 1.500 votantes registrados de todo el país, señala que sólo un 33% de ellos seguían respaldando la ejecución a los acusados de asesinato si los encuestadores les ofrecían alternativas.
Entre el 61% de votantes que escogían reemplazarla por otra condena, un 39% eligió la cadena perpetua con compensación a la familia de la víctima, otro 13% optó por la cadena perpetua y un 9% prefirió la condena de por vida con posibilidad de libertad condicional. "Estos resultados muestran que el pueblo estadounidense está preparado para comenzar un debate serio sobre la pena de muerte", dijo en una conferencia telefónica el director ejecutivo del CIPM, Richard Dieter. El representante de la organización independiente, que mantiene desde 1990 una amplia base de datos sobre las ejecuciones en Estados Unidos, aseguró que han pasado "los días en los que los políticos podían equiparar la mano dura contra el crimen con la aplicación de la pena de muerte".
En los 35 estados en los que la pena de muerte es legal, un 38% de los encuestados indicaron que no cambiarían su voto si su representante en el Congreso se pronunciara en contra de esa condena, y un 24% dijo que estaría incluso más inclinado a votar por él. El enorme coste que supone la pena capital es, según la encuesta, uno de los argumentos que más convence a los votantes, que lo esgrimen en un 68% de los casos.