Madrid. El presidente de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos, Ramdan Mesaud Larbi, informó ayer de que en El Aaiún se vive una "calma muy tensa" y que se siguen produciendo de forma indiscriminada "detenciones y allanamientos", aunque no se atrevió a adelantar cifras sobre posibles víctimas porque las informaciones son "muy confusas". "De momento sólo hay rumores", explicó desde la capital del Sahara Occidental. "La gente está encerrada en sus casas" y las informaciones que llegan son "muy confusas", añadió.
La cooperante española Isabel Terraza, de la organización Resistencia Saharaui, explicó, con datos de la madrugada de ayer, que se seguían produciendo detenciones y registros en las casas y que "en las últimas horas han sido arrestadas al menos diez personas. Muchos de los detenidos, no tenían ninguna filiación ni actividad política". "El toque de queda comienza a las diez de la noche, pero la realidad es que comienza a las seis de la tarde, cuando empieza a caer el sol", declaró. También explicó que se registraron altercados en las zonas colindantes a los cuarteles militares por parte de personas que reclamaban información sobre sus familiares detenidos y que atacaron a las fuerzas de seguridad "con bombonas de gas".
Estas informaciones parecen estar corroboradas por la propia versión marroquí que ayer reconocía más de 100 detenciones. Además las fuerzas de seguridad alauís, que siguen manteniendo la ciudad de El Aaiún sitiada con una barrera de seguridad de 300 kilómetros a la redonda, han declarado una orden de busca y captura contra los ocho miembros del comité de coordinación del campamento saharaui de protesta de Gdeim Izik. A todos ellos les imputan supuestos antecedentes por delitos como "emisión de cheques sin fondos", "contrabando de todo género, incluidos cigarrillos" o "tráfico y consumo de drogas".
muertos En cuanto a la cifra de muertos en esta revuelta, Rabat reconoce ya 11 puesto que ayer confirmó la muerte de dos policías. De estas bajas, sólo una sería saharaui.
Por su parte el Frente Polisario elevó a 19 los muertos saharauis tras el asalto al campamento de protesta en El Aaiún y denunció que la capital del Sahara Occidental vive una "situación de terror" en la que los agentes marroquíes abandonan los cadáveres en las calles para sembrar el pánico entre la población. El ministro saharaui de Exteriores, Mohamed Uld Salek, asegura que en los barrios con mayor presencia saharaui de la ciudad "están apareciendo cuerpos degollados y cadáveres con impactos de bala, algunos de ellos de niños" a los que "resulta muy difícil identificar".
Ante esta situación el gobierno saharaui en el exilio volvió ayer a reclamar la implicación de la ONU y la UE para frenar la ofensiva marroquí.