BUENOS AIRES. Los restos del ex almirante Emilio Massera, uno de los símbolos de la última dictadura argentina, fueron sepultados en el más absoluto hermetismo en una ceremonia llevada a cabo en un cementerio privado de las afueras de Buenos Aires, informa hoy la prensa local.
Para evitar posibles actos de repudio contra quien fuera el hombre fuerte de la Armada, sus familiares evitaron dar a publicidad los datos del entierro, que tuvo lugar este martes en la localidad bonaerense de Pilar.
Massera, de 85 años, falleció el lunes pasado en el Hospital Naval de Buenos Aires de un paro cardiorrespiratorio no traumático, "como consecencia de secuelas neurológicas", precisaron fuentes médicas.
La prensa argentina también revela hoy detalles del último informe médico del ex almirante, que, con fecha del 13 de octubre, señala que Massera presentaba "fallas globales en la memoria e inestabilidad y fatiga en la atención".
"Dependía de terceros para sus necesidades básicas", indica antes de concluir que el ex marino presentaba un "trastorno psicoorgánico cognitivo crónico, irreversible y progresivo, sin posibilidades de recuperación".
Massera, integrante de la junta militar que gobernó el país de 1976 a 1978 junto con Jorge Rafael Videla, cumplía arresto domiciliario desde 1998, un beneficio que la legislación argentina concede a los procesados mayores de 70 años.
Conocido como "Comandante cero" y "El negro", Massera fue condenado a cadena perpetua en el juicio contra las Juntas Militares celebrado en 1985 por homicidio, torturas, privación de libertad, amenazas y robo.
Sin embargo, en 1990 salió de la cárcel por el indulto aprobado por el entonces presidente, Carlos Menem, y en 1998 fue imputado en las causas abiertas por el "Plan Cóndor" y el robo de bebés nacidos en cautiverio de madres desaparecidas, únicos delitos excluidos de las leyes de perdón.
En 2005 se suspendieron los procesos en su contra por informes de médicos forenses que dictaminaron que no podía ser juzgado porque sufría "involución mental" por daños cerebrales.
En septiembre del pasado año, un tribunal de Roma abrió un juicio en ausencia por la desaparición de tres ciudadanos italianos durante la "Operación Cóndor".
El represor estaba reclamado, también, por jueces de Alemania, España y Suiza por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
En octubre de 1997, el juez español Baltasar Garzón decretó orden de detención internacional y su ingreso en prisión y en 2007 el Gobierno español pidió su extradición.