Madrid. La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, pidió ayer al Consejo de Seguridad de la ONU que intervenga en la crisis provocada por el violento desalojo del campamento saharaui instalado en las cercanías de El Aaiún, mientras se suceden las llamadas a la calma y al diálogo. Por su parte, varios partidos de la oposición instaron al Gobierno a dar explicaciones e Izquierda Unida, liderada por Cayo Lara, se sumó a una concentración ante la Embajada de Marruecos en Madrid para denunciar "la masacre" perpetrada en El Aaiún.

Desde Bolivia, donde se encuentra de visita oficial, Trinidad Jiménez hizo un llamamiento a la calma a Marruecos y al Frente Polisario y les ha invitado a reanudar el diálogo en la ONU para buscar soluciones a esta crisis.

En opinión de la ministra de Exteriores, se trata de un asunto de "trascendencia internacional", que el Gobierno no puede abordar de forma bilateral con Rabat, por lo que debería convocarse el Consejo de Seguridad de la ONU.

Por su parte, el PSOE mostró su preocupación por lo sucedido y pidió al Gobierno del país vecino que actúe "con la máxima contención". El secretario de Organización de este partido, Marcelino Iglesias, no quiso hacer muchos más comentarios hasta que no se aclarara la situación, pero recordó que Marruecos es un país "de máxima importancia" para España. El PP optó por un llamamiento al diálogo y su secretaria general, Dolores de Cospedal, solicitó al Gobierno que auspicie las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario "para que se pueda mantener la postura de España con relación al Sahara y la posibilidad de un referéndum".

El objetivo debe ser, a su juicio, que esas conversaciones "se puedan realizar con toda la tranquilidad y sin interferencias que puedan empañar su buen fin".

Con más contundencia habló el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, quien, desde Londres, condenó "sin ningún tipo de paliativo" el desalojo violento del campamento saharaui y acusó a Europa de mirar para otro lado.

El PNV también condenó el "asalto violento e injustificado" del campamento saharaui y ha instado al Gobierno a actuar "de inmediato" intensificando las labores diplomáticas necesarias para acabar con la situación y "evitar nuevas víctimas". El portavoz adjunto de los nacionalistas vascos en el Congreso, Aitor Esteban, ha denunciado el "abuso" en el uso de la fuerza por parte de Marruecos contra "una población de refugiados que está protestando de manera pacífica". Eusko Alkartasuna (EA) fue más lejos y pidió al Gobierno que suspenda sus relaciones con Marruecos.